Hoy quería hablaros del Colorete.
Porque, ¿qué sería de muchas damas sin la cajita milagro? El Rubor es algo esencial dentro del maquillaje, e incluso las que dicen no cuidarse lo suelen incluir dentro de su rutina. ¿No os suenan de algo las palabras "yo, a diario, sólo uso tapaojeras, colorete y rímel"? Suele ser la frase más utilizada por modelos, actrices y famosas en las revistas, ya que por culpa del trabajo están saturadas de prebases, precorrectores, bases e iluminadores, y en sus momentos de descanso quieren recurrir a lo mínimo, que en mi opinión son estos tres pasos.
El colorete es el encargado de alegrar la cara en invierno y de sublimar el bronceado en verano. Existen versiones en crema como el Cactus flower de Nars, un encendido rojo amapola con brillitos dorados, o en gel, como el divertido Pinch your cheeks de Origins que tantas mujeres usan. También hay cómodos tres en uno, barritas o pastillas en crema que sirven para labios, mejillas e incluso párpados: mis preferidos son el Rouge pot de Bobbi Brown en tono Calipso Coral, o el Múltiple
South beach de Nars, que me trajo Pablo de Nueva York.
Sin embargo yo prefiero la clásica fórmula en polvo. El tono elegido puede ser más rosado o más naranja, o una mezcla de ambos como sucede con el Madly de Nars,
o con el Apricot Rose de L´Oreal. Este fue durante mucho tiempo mi blush favorito, y aún es muy especial para mí porque me lo regalaron mis tíos Javier y Eva en un cumpleaños. Deja un precioso color melocotón playero con subtono rosa, y un brillo ligero como de haber pasado un día en el campo.
La mayoría de mujeres adoran el colorete rosa, y a mí me parece una opción que tiene muchos riesgos: para no caer en el efecto
Heidi lo mejor es elegir un rosado natural y ligero como el Rose Coup de Foudre de Bourjois o el Dame de Mac, un rosa neutro que podemos usar cuando pintamos los labios de rojo furioso, como dicen que hace Dita Von Teese, lo que significa que es muy discreto.
A mí me apasionan los coloretes de Nars, que valen su peso en oro, y siempre acabo eligiendo un tono melocotón... Dentro de mi neceser, la joya de la corona es el Luster, un melocotón con ligeras chispitas que deja un halo dorado en las mejillas sin ser excesivamente brillante. Lo compré junto a
Koizumi, en esa excursión que hicimos a Pozuelo para celebrar nuestros respectivos cumpleaños.
Yo creo que el gran acierto de François Nars es haber creado coloretes que dan aspecto de moreno primaveral a las pieles claras. Tenemos el Silvana, beige camel, el Madly que ya hemos mencionado y es una mezcla perfecta de marrón y rosa y el Sertao, terracota dorado.
Después del Luster, el colorete que más uso es el Fun & Games de la colección Hello Kitty de Mac, un melocotón claro y muy alegre con el que fui débil y renuncié a mis ideas sobre las ediciones limitadas, pero es que era demasiado bonito... El tercero en la lista es el cantaloupe Pro, de Mac también: un melocotón rosado y lleno de vida. No puedo dejar de mencionar el Melba, también de Mac, un melocotón coral totalmente mate que utilicé en la defensa de mi tesis, aunque acabé regalándoselo a una amiga tras comprarme el Luster.
Las que no tienen fácil acceso a mis dos firmas fetiche me lo ponen complicado en este tema, porque no soy muy partidaria de otras marcas. Me salvan del apuro las cajitas redondas de Bourjois, ya que me gustan bastante. Sobre todo el Rose d´Or, que es todo un básico, el Rose Frisson que usaba Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York y el Brun Cuivre, clon del Orchid Rose de Chanel. ¡Siempre nos quedará París!
P.S.: La foto del Luster es de
Maryland, la del Madly pertenece a Miss Sir, una forera de Maccounter que no tiene blog, lo cual es una pena porque es sencillamente genial. Por cierto, he ampliado la entrada sobre el dúo
Mediterranée de Nars.