Todo duele como esquinas de cristal que, de pronto, se fragmentan en mil trozos de una luz que te sorprende. Comienza la difícil maravilla. Es el vacío rápido, una espiral que ralentiza el tiempo. Y estás solo como un niño pero sin las armas mágicas que la infancia te dio. Quieres pintar un teje en el suelo y saltar las casillas cantando para encontrar la salida, inventar nombres dulces para el lobo y que así se convierta en menos lobo.
La clave está en jugar. Ofrecer lo que no es juego para transformarlo en juego, regalar lo regalado, el tiempo atemporal y lo que queda del día. Sin más droga que la música, el sol que se nos mete por las venas, la vida que se entrega en puro éxtasis.
Y el día que comienza es el potro desbocado que te conducirá, si sabes gobernarlo, a la cima.
10 comentarios:
Pedazo de proema, RO!
Muy bueno. El panadero
Hola!!! Muchas gracias por enlazarme y me alegro de haberte animado!!!! :)
Preciosa entrada! Gracias
Bien, Ro, ¿no dirás que esto no es magia de las palabras? Magia de la buena, de esa de la que hablábamos el otro día, de la que recrea las cosas.
Hum... Es misterioso. Y, como todo lo misterioso, es bonito.
Gracias a todos por comentar. Anacó y Panadero, qué alegría teneros por aquí... Molinos, bienvenida. Ale, muchísimas gracias.
Batiscafo, la Magia...
Néstor, es que como decía la Gaite, sólo lo que te intriga te enamora...
Precioso, mi niña, qué manera más bonita de enlazar palabras.
Perdóname Rocío, no he podido quedar para ese café, pero te prometo que a tu vuelta, nos tomamos uno doble con pastelito incluido.... si quieres.
Un besazo.
¡¡Sencillamente precioso!!
Una lectura rápida y tu texto me ha puesto en "pie"... no se que pasará cuando lo lea con calma y saboree cada palabra.. ya te contaré (si procede)
"Y el día que comienza es el potro desbocado que te conducirá, si sabes gobernarlo, a la cima." cuanta razón!!!
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