viernes, agosto 03, 2007

Vino de Haro


He estrenado mis vacaciones con la visita a una bodega. En nuestro primer paseo por el pueblo tropezamos con Isaac Muga que, por supuesto, conocía a mi abuelo: todo un señor. Mi abuelo luchó porque el buen vino se repartiera entre todos los obreros. Isaci nos invitó a bodegas Muga, el orgullo de la tradición. No ha entrado allí el acero inoxidable: huele a mosto y a madera, a años macerando el mosto... Y el vino sabe a calor de verano, y la cocinera nos obsequia con tortilla de chorizo. Y en la tienda venden la pulsera de la leyenda del vino, que le regaló mi tío Javier a su novia. La he comprado: plata y cristal de Swaroski, color vino, 35 euros.

5 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

El muga es un vino sublime. Fíjete Rocío que a pesar de mi boina portuense ¡te tengo hoy una envidia! Disfruta y no conduzcas luego, eh.

Anónimo dijo...

Mándanos una botellita, como Anacó. Me alegra mucho leerte.

El payaso triste dijo...

No nos abandones por vacaciones...

Anónimo dijo...

¿iGUAL QUE NOS ABANDONaste tú, Ricatdo? Je je no voy a ser mala...

Anónimo dijo...

deseando estoy ver esa pulserita...je,je
merl