domingo, septiembre 30, 2007

Bombay Sapphire


Mañana me voy de Pampaluna. Hemos celebrado la tristeza con Bombay Sapphire: la botella más bonita del mundo. Yo pensaba que la ginebra era azul, y me he llevado una desilusión: ¡es el cristal el que tiene ese color de zafiro! La una y media: no estoy borracha, sólo floto. Y digo ay, en plan flamenco. Hoy he conseguido terminar las correcciones de mi tesis: sólo me queda medio capítulo para cerrar todo este tema. Por eso he bebido y he viajado al Corte Inglés, a comprarme un litro de colonia Álvarez Gómez para niños. 14 euros, y huele muy bien. La recomiendo. Y empiezo a ver el final, el principio del final, mientras suenan Simon & Garfunkel. Ellos también dicen ay, sólo que de un modo más artístico.

lunes, septiembre 24, 2007

La piedra que decía dors

... en "pues vaya con la divina providencia", ha caído sobre mí. Bueno, es una piedra de colores, como todas las que me llueven encima. Pesa pero poco, y aun así me hace callar. Adaldrida está callada, ¿qué tendrá Adaldrida...? Mi padre diría que tengo mustio el lirio que llevo conmigo siempre. La tesis me agobia, es un dolor tan feliz que llueve soleadamente. Aquí puedo decir tonterías sin ningún rigor, decir por ejemplo que Calderón gusta de las damas atrevidas, dignas, valientes y enamoradas, y no preocuparme de buscar la cita. Lo digo porque sí. Pfxxxxktgt! Uf, qué alivio!

jueves, septiembre 20, 2007

Banda sonora


Tu nombre me sabe a yerba, de Serrat, cantado por Marisol. "Porque te quiero a ti, porque te quiero... mi voz se rompe como el cielo al clarear". Y sí que se rompe contra el cielo azul de Pampaluna, por la mañana, dividido en dos mientras bajamos al campus a paso ligero y compartiendo el ipod. Maria Dolores Pradera, Coldplay, Van Morrison. Carlos Vives. Volviendo a casa con el frío azul destiñendo nuestra ropa. Con un poco más de calma. Música matutina y vespertina suena en nuestros oídos y marca el paso que late en mi muñeca: potros salvajes de alegría o niña romántica que llora. Tú eliges, yo sugiero. Otra vez aquella que pregunta, ¿sabes de qué tengo ganas...?

lunes, septiembre 17, 2007

Sábado por la tarde, domingo por la mañana

Sábado por la tarde, domingo por la mañana. Dos días, dos momentos, dos largos paseos hacia el centro de la ciudad. Tarde de sábado en el casco viejo de Pamplona, sentadas en un banco y pintándonos las uñas de azul flúor, después de la expedición al Corte Inglés. Primera parada: el stan de Guerlain, en el que contemplamos la belleza y educamos el gusto. Nos pasmamos ante un khol blanco permanente, ante las polveras art decó y lo bien que huele todo. Hay un colorete en mousse que no compraremos, pero nos embadurnamos las mejillas en nuestro momento teenager. Y yo me pruebo en los labios una de las barras kisskiss, por supuesto. Es de color cobre. Segunda parada, el stan de Bourjois. Ahí sí compramos un tímido lápiz verde, un gloss transparente y el frasquito de laca azul. Y nos dirigimos al banco de piedra, para pintarnos las uñas en una semipenumbra azul.
Domingo por la mañana. Hay una droguería en la calle San Miguel que vende productos de L´Occitane. Escudriñamos el escaparate, con tubos de óleo y cremas para la cara, y pisamos la hierba de la Ciudadela. Descalzas. Y por la noche, picnic en Yamaguchi bajo las estrellas, cena de otoño benévolo brillando sobre nosotras.

viernes, septiembre 14, 2007

Tesis

Ahí estoy. En la tesis. Y, de repente, Javier Marrodán, el director de Nuestro Tiempo, me presta varios libros de Miguel d´Ors. Algunos hasta con fotocopia for me. Los primeros, los que no tenía. Hombre, no. Eso no se hace. Que por la noche no duermo.
Son las nueve y media y el escaparate de la perfumería se enciende. Los árboles de la ciudadela se conjuran en mi contra. El reflexivo septiembre aquí en la calle Iturrama consiste en farmacias y tiendas chinas de alimentación. Todo tan anodino, ¿por qué me gusta tanto...? Los chinos venden confitura de tomate. Mi tía me regala un postre de mousse de chocolate.
La biblioteca es blanca, sus pasillos blancos, sus ventanas grandes y detrás, arces japoneses con flores rojas. Y flores rojas en mi vestido, que puedo combinar con mi pintalabios de Revlon, "copper frost", número 371. Y los chicos me dicen qué guapa estás. Sonriendo. Y me dejan notitas en la mesa. Calderón está celoso, pero me tiene enterita de diez a dos y de cuatro a nueve.

lunes, septiembre 10, 2007

College & japo chic

Cuando yo empezaba a pintarme, me gustaban mucho unas sombras de ojos que eran como tizas. Se mezclaban con los dedos y se difuminaban en los párpados como jugando. Eran de Hysterical Glam, una marca barata que desapareció y que se proponía divertir con sus productos a las consumidoras. Ahora el relevo del "maquíllate divirtiéndote" lo han tomado otras marcas americanas nada baratas por cierto, pero sí muy glamourosas, con envases vintage y truquitos de los de "sólo te lo cuento a ti" en el prospecto. Como Benefit, que tiene un corrector de rojeces amarillo, no graso, que debe ser la bomba y que aún no me he agenciado porque se vende en Madrid por unos 29 euros, casi nada.
Hysterical glam tenía estética de mercadillo, y tenía también lápices de purpurina y pintauñas en colores flúor. El color flúor arrasa esta temporada, así que continúan los labios coral en el otoño y ¿quién sabe?, quizás también en el invierno. Y por fin, por fin se ha puesto de moda el colorete en tonos melocotón, ¡ya era hora! (los gurús de este circo se ven atacados por una crisis de buen gusto...)
Otras tendencias de temporada: el bronce imparable y el college & japo chic: tez pálida empolvada, boca roja mordida. El pintalabios aplicado con los dedos, sin llegar a las comisuras. Si no te gusta el rojo, puedes probar con el ciruela, que es preciosos. O con los nudes, que siguen al alza. Y la raya de ojos imperfecta, como borrada, a pegotes. Me recuerda a las tizas de mis quince años.

jueves, septiembre 06, 2007

Premios que hacen pensar

Dos personas me han concedido un Thinking blogger award... ¡ay! Y, si he tardado tanto en seguir la rueda y conceder yo mis propios premios a cinco blogs (¡qué difícil!) es, ni más ni menos, por la pereza que me da confesar mis ignorancias cibernéticas. A ver: se supone que debo enlazar a quien me ha premiado, pero creo que no sé hacerlo. Pondré sus nombres.
La primera que lo hizo fue Benita, a quien no conocía pero que empezó a leerme (y yo a leerla, porque me encandilaron sus historias cotidianas). Está enlazada en la sección "hogueras vecinas", eso sí se hacerlo. Lo que me ha descolocado es el segundo premio, que viene de un señor de 55 años llamado Barahona del que nada sabía hasta hoy. (¡Gracias!)

Mis cinco blogs que me hacen pensar... a ver... son cinco, sí. Todos enlazados en Hogueras vecinas:
Nodisparenalpianista (me hace reír, y la risa es otro modo de pensamiento),
Cuestiones naturales (el blog de Julio Martínez Mesanza, que me hace pensar sobre la poesía... y contemplarla),
Cuaderno de vísperas (enlazado como "islas", me hace reflexionar sobre la belleza),
el blog de Toi (leerlo es como estar hablando con él, y la mística del cafelito tiene raíces profundas...) y
Rayos y truenos (leerlo me hizo abrir este blog, ¡miren si me hizo pensar!)

Normas del premio:1.- Si, y sólo si, alguien te da el premio escribe un post con los 5 blogs que te hacen pensar.2.- Enlaza el post original para que la gente pueda encontrar el origen del premio.3.- Opcional, enseña el botón del premio enlazando el post que has escrito dando tu premio.

martes, septiembre 04, 2007

Jerez y tarta de café en Pampaluna

Hoy he probado un trozo de tarta de café del Obrador: he recordado todos los desayunos de domingo en el Obrador, mordiendo lazos de hojaldre y saboreando periódicos y revistas, demorándome. El desayuno llegaba hasta la una de la tarde, y solía hacer frío soleado.
También me han servido un vaso de jerez, pero al primer sorbo lo he derramado por el suelo. No importa, me dicen, así flota en el aire un olor a bodega.
Siempre quise volver. Volver al campus y ver de nuevo los árboles como estatuas vivientes y la gente sonriendo. Un mundo de puertas de cristal que van abriéndose y cerrándose con murmullo de lluvia.