
Creo que en algún momento prometí ofreceros una receta de Guacamole, tal y como yo lo hago. Me lo suelen pedir mi madre y mis tías en fiestas familiares y en cenas con invitados de alto copete.
Preguntaréis qué tiene que ver el guacamole con una mecedora. No es una mecedora cualquiera, sino un mueble comprado con mi última nómina, y el primer mueble de la que en octubre será, D.m., mi primera casa. Colocarla en el salón vacío y lleno de luz fue como un aldabonazo, destello de mi nueva vida..., y unos minutos después llegó Ana con una vieja minipimer que ya no utiliza, "te vendrá bien".
Mi amor por los platos que no requieren fuego, aperitivos, ensaladas, canapés o cremas es conocido ya entre mis conocidos, y mi gran pasión por la Minipimer es mundialmente famosa.
Preguntaréis qué tiene que ver el guacamole con una mecedora. No es una mecedora cualquiera, sino un mueble comprado con mi última nómina, y el primer mueble de la que en octubre será, D.m., mi primera casa. Colocarla en el salón vacío y lleno de luz fue como un aldabonazo, destello de mi nueva vida..., y unos minutos después llegó Ana con una vieja minipimer que ya no utiliza, "te vendrá bien".
Mi amor por los platos que no requieren fuego, aperitivos, ensaladas, canapés o cremas es conocido ya entre mis conocidos, y mi gran pasión por la Minipimer es mundialmente famosa.
El aguacate engorda, pero está lleno de energía, vitamina y grasa de la buena, que haberla hayla. Yo necesito dos, y que sean maduros. Los pelo y los troceo sobre un vaso alto y ancho de plástico blanco, y los riego con el zumo de un limón. Después pelo y troceo un tomate rojo, pequeño y también maduro, y media cebolla. Añado unas gotas de tabasco, dos puñaditos de sal gruesa, un chorretón de aceite de oliva y unas hojas de hierbabuena fresca.
Este es el toque exótico de la receta, mi toque personal, ya que tradicionalmente se adereza este plato con cilantro. Pero yo amo la hierbabuena, le da un matiz fresco al guacamole. Otro truco: al rectificar el punto de sal, si nos hemos quedado cortos ponemos más, pero si nos hemos pasado..., agregamos otro trozo de aguacate.
Pasamos por la minipimer hasta que quede una crema fina, que decoramos con otras dos gotas de tabasco. Si tenemos que añadir aguacate mucho mejor, porque lo cortaremos en dados pequeños y lo mezclaremos con la crema para que resulte algo más rústica.
Y en vez de servir con nachos, que aportan calorías vacías al plato, lo sacamos rodeados de palitos de zanahoria cruda, y lo acompañamos de Fanta zero de limón en vasos altos, a los que añadimos muchos cubitos de hielo, unas rodajas de lima fresca, unas hojas de la hierbabuena sobrante y una gota muy gota de ginebra Bombay Sapphire.
Et voilà! Listo para regar una cena, un aperitivo... o la inauguración de una nueva casa.