jueves, agosto 23, 2007

LLuvia

LLuvia y frío. He vuelto a la ciudad, el campo tenía brillo de escarcha. La bruma se agarraba a las piedras y nos hacía rodar. Mi sobrina, (el duende verde), subía y bajaba los peldaños de madera barnizada conmigo de la mano. Fuerte, fuerte, atrapadas en la lluvia. Añorando el fuego. El vaho de la mañana y el abrigo de la noche me recordaban al otoño, un otoño de hojas azules.

5 comentarios:

Nodisparenalpianista dijo...

¡Viva!!!

El payaso triste dijo...

Bravo!

Anónimo dijo...

...un otoño de hojas azules.....
qué barbaridad
cuanto en tan poco

Anónimo dijo...

¡Gracias, qué buenos sois todos!

El payaso triste dijo...

Pero bueno, no ha vuelto ya el sol??? Esperamos tu próxima entrega...