He borrado de un plumazo, sin darme cuenta, todos los mensajes que atesoraba en mi móvil. Ya sé que es una tontería, pero me cuesta mucho desprenderme de ese saco de palabras digitales que, desde la pequeña pantalla, gritaba que era mío. Mío.
Tú no lo entiendes, y me dices que sueles borrar cada mensaje que lees como si fuera a autodestruirse en cuatro tres dos uno*. Pero si Bécquer pensaba que un poema era la memoria viva de lo que se ha sentido, yo creo que cada sms era un pedazo vivo de mi historia.
En uno de ellos, Pablo me daba la gran noticia: era finalista del Adonáis. Enrique me amonestaba, ¿vienes al Puerto o no vienes?, y Cris susurraba aquello de "sólo tienes que tirarte del balcón". La señora de Beades me invitaba a comer en su nueva casa. Nico me anunciaba que estaba esperando un hijo.
Sonsoles me dijo "ven al Policarpo, se me está ocurriendo una idea", y aquella noche cemanos bajo las estrellas un cuarto de libra con queso. Una muchedumbre de amigos me felicitaron por mi tesis recién defendida, alguno incluso entonó el Gaudeamus igitur. Y Merl me felicitó por mi cumpleaños a las cero cero cinco del día quince con un "quería ser la primera"...
-No sigas, no sigas, que me deprimo.
-¿Lo entiendes ahora...?
(*) Esto lo he copiado de una entrada en algún blog, pero no recuerdo cuál.
15 comentarios:
Mi más sentido pésame.
¡Te entendemos!
Eso, eso, ¿vienes al Puerto o no vienes?
Es una buena jugada. A mí me pasó una vez que se me partió en dos el disco duro. !Qué tío! Pero si conservas las direcciones, puedes continuar. O volver a empezar. Como el Ave Fénix.
Oye, ¿que hay en ese Puerto? ¿los demás podemos acercarnos también?
Quería ser el primero en felicitarte... por borrar los mensajes. Quemar las naves, sí señora. Aunque sea sin querer.
Seguro que tu móvil se cansó de arrastrar el pasado, ansioso de un futuro mejor aún.
Querida Rocío,
lo importante no es que se hayan borrado los mensajes recibidos, lo importante es que no se borren los mensajes que tú envías, si son como estos textos, que están pidiendo libro, sería un cataclismo.
¡Haz una copia de seguridad del blog!
Las prosas seleccionadas en Númenor son preciosas, creo que tienes un mundo propio, hecho de fanta de naranja y maquillaje y mucho más, que ya querrían muchos poetas para ellos.
Por aquí te dije que me había gustado Pampaluna, mucho, pero algunas de estas prosas me han conmovido más.
Recuerdos de Rocío (Los Palacios), hoy con más tiempo que otros días, salto del blog de Jesús al tuyo.
Como los recuerdas no tiene mucha importancia, apúntalos en un cuaderno y vuelve a empezar.
Ro te voy a mandar un mensaje con uan gran noticia para que empieces de nuevo a acumular y a guardar mensajes, te va a encantar, aunque es un poco tarde, ya me dirás mañana.
pues yo, que soy de guardar, no mensajes sino todo lo demás, lloro contigo porque tal como lo cuentas me parecen mensajes de mi propia vida, me ha dado una pena enorme que lo sepas.
¿Cuándo te he inducido yo al suicidio, eh? A ver, ¡cuándo!
Te entiendo Ro... te entiendo.
Porque ME PASOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!
Ahora tengo nuevos, pero ya no tengo espacio para más, así que cada tanto los paso a un txt. :)
Que emoción! :D Ya pensaba que era el único con estos problemas con los SMSs. De hecho, hubo una época, hace ya bastantes años, en los que anotaba los SMS's más "importantes" en una libretita.
Seguro que algún loquero tendría algo que decir sobre todo esto. Empezaría por Diógenes y saber donde acabaría xD
Ay, Parrulo. Me ocurre, sí, me ocurre. Mr Peñalba, gracias: More than words. Batiscafo asesina. Y punto. (Convendría aquí un emoticon señalando que es broma, claro.) Beades & his wife, pues mmmmmmm... Néstor, Gracias. Jose María, ¡¡¡Gracias!!! No sé como se guarda copia de seguridad del blog, ¿Hay que pasarlo todo a archivo? Ay qué agobio...
Si quieres te envíamos los comentarios por sms...
Tiene razón Néstor, quizás el móvil ha intuído un presente-futuro insuperable y esta haciendo "huequito". Qué la inteligencia digital también funciona!
toda la razón! yo cuando viví en pampaluna, el móvil que tenía colapsaba rápidamente su memoria y yo debía borrar los sms, q en ratos de nostalgia, eran lo mejor poara recordar buenos momentos. istorias enteras esconden los sms. era terrible tener que borrar el historial completo de una semana de sms, que tantas alegrías, penas o buenos momentos me habían traido.
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