Y sin embargo, alzo mi copa y doy gracias por un verano tan redondo, por tantos momentos felices como gotas de limón, que diría James Stewart en Historias de Philadelphia.
"Más arriba de las chimeneas, allí es donde me encontrarás..."
Propongo una serie de remedios contra la murria para practicar durante la primera semana de septiembre:
1. Mirar en nuestra biblioteca y videoteca, ésa que está en nuestro dulce hogar y a la que no hemos tenido acceso durante el mes de vacaciones. Planear el visionado de Historias de Philadelphia, de un capítulo del Mentalista o de Agatha Christie. Encontrar de nuevo uno de esos tomos de los Álvarez Quintero que teníamos guardados.
2. LLamar a nuestros amigos, planear una merienda, o al menos lanzar una buena parrafada por teléfono como hacíamos en plena vorágine, cuando no teníamos tiempo para nada..., y pensar que esos minutos entre semana son la sal y la pimienta de la vida.
3. Salir a pasear por nuestra ciudad y volver a encandilarnos. Si es Logroño, ir al espolón y a las terracitas del Ibiza o del Tondeluna. Bajar por Marqués de Vallejo recordando cuánto nos gusta su aire de piedra antigua, y terminar en la Redonda con sus árboles que pronto serán rojos.
Y pensar que viene el otoño, y luego el Adviento, y luego... ¡Navidad!
Y pensar que viene el otoño, y luego el Adviento, y luego... ¡Navidad!
1 comentario:
Bienvenida de vuelta!
María.
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