jueves, mayo 24, 2007

Una tarde en la ciudad

Mis pasos me llevaron como en sueños a mi calle: a mi calle antigua, llena de escondites, de pueblo y de ciudad; anchas aceras y laberintos. Fui recorriendo la papelería, la carnicería, la tienda de regalos y, sobre todo, los sitios en que detenía las horas de viernes y domingos. El Obrador y sus lazos de encaje dulce, el Chelsy con sus bocadillos surrealistas y el Jumping Jester, ese irlandés donde bebí una jarra de cerveza negra. Mi calle me lleva de la mano a la calle de mis primos, y detrás la Ciudadela con los sauces, el puente renacentista y mi prima Carmen que me espera como un duende, escondida detrás de un árbol.

10 comentarios:

Nodisparenalpianista dijo...

Los adoquines están gastados de tantos paseos repetidos. Escuchando si el aire aún lleva alguna de aquellas palabras que se llevó el viento. En la hierba, el rasto de los atardeceres naranjas, los de primeros de octubre con la miniferia del libro aquella tan bonita. Aún sigo mirando a mi ventana a ver si me veo salir, si se verme en el que fui, si sigo estando allí dentro.
Muy bonito.

Anónimo dijo...

Buen dueto. ¡Ay, los recuerdos!

Adaldrida dijo...

Gracias a nodisparenalpianista!!!

Anónimo dijo...

¡2 x 1! Volveré por este supermercado de letras con tan buenas ofertas...

Nodisparenalpianista dijo...

Jaja, Rocío Arana; me debes una, pero te la perdono por hacerme pensar en mi ventana.

Anónimo dijo...

Ro feliz santo, en este día de Pentecostés y que sigamos llenas de mosto, borrachas de su Hermosura, disfrutando de nuestra amistad que es reflejo de Su aliento divino.

Jesús Beades dijo...

"La ciudad es un plano / de lo mejor de nuestra vida", escribió un poeta hace unos años, contestando a la pose taciturna de Borges.

Anónimo dijo...

He visto al fin Pequeña Miss Sunshine.
Me ha gustado mucho.
Te reproduzco el comentario que a un detractor respetuosamente le envío, y así te podrás hacer idea cabal de mi opinión, mas pormenorizadamente...¿existe alguna palabra mas larga en nuestra lengua?:

no viene al caso
pero permítame interrumpirle y molestarle
y dígame, si le place, qué le disgustó tanto de Pequeña Miss Sunshine.
Como le tengo en estima, de una manera silogística, osea, como Beades le aprecia, y yo suelo estimar lo que Beades estima, (de tal manera me inspira confianza tan curioso poeta), pues me interesa sus motivos.

Si reducimos el motivo último a una cuestión de gustos, no cabe la disquisición, pero puestos a descender al análisis, el guión es ingenioso, original e inteligente, incluida la moralina reactiva final, los personajes están bien dibujados y diferenciados, los actores son, todos, excelentes, como suele ocurrir en el cine americano, donde tienen tanto donde elegir, el parco presupuesto acentúa el brillo del talento, y nos vuelve a demostrar que una película es el guión (por eso Alatriste no solo fracasó, sino que no ha llegado a existir)....en fin, la suma de elementos cargados de bondad no tiene que resultar una obra artística bondadosa...falta el conglomerador llamado director que lo equilibra todo, que lo delimita y lo dibuja, y en este caso, para mi, el resultado es una película hermosa, cargada de pellizcos desagradables que merece la pena soportar por el gustazo del final, donde el abuelo se rie de la azucarada sociedad USA desde...desde donde esté.

En fin, que a mi me ha gustado mucho, y me gustaría recabar su muy autorizada opinión por mor de leerla y en su caso, ponderarla en mi corazón.
Gracias por su tiempo, y un afectuoso saludo.

Anónimo dijo...

Gracias!

teka dijo...

me ha gustado mucho el estilo.hace que el que lo lee se sienta derrepente inmerso en esos recuerdos.