El lunes de Feria me senté ante el ordenador para comenzar el estudio introductorio de mi comedia. Tenía miedo. El camino hasta entonces había sido duro y trabajoso pero no difícil, porque era camino. El papel impreso con letras del siglo XVII me llevaba de la mano: cotejar diez ediciones es como remontar un río. Pero ahora estaba sola con mi PC y mi imaginación, y la musa podía tardar... El mismo miedo trabajaba por mí inventando excusas, y más si las excusas eran realidades, mis clases en el centro norteamericano. Y había que prepararlas, sí...
De repente se hizo la luz. Había un guión, que tuve que rehacer porque me lo robaron, y había ideas sueltas... Un puzzle, un laberinto, una historia por contar. Aunque tuviera notas al pie de página y se llamara tesis, era mía.
La primera vez que vi a Calderón fue a través de los ojos de Denis Rafter, un director hispano-irlandés de barba blanca, sabio, mitad Sean Connery mitad John Wayne. Y yo me enamoré... de Calderón. Denis decía que en el Siglo de Oro la gente era gente de carne y hueso, que cortejaban, soñaban, reñían como hoy. Bueno, era un comienzo. Por eso uno de los epígrafes de mi trabajo se llama: Personajes femeninos. Amor, audacia y disimulo en Clariana y Auristela.
Hoy tengo cincuenta páginas, entre introducción, argumento, estudio métrico y personajes. Lo de los personajes es lo que más promete, y lo que más puede despeñarme por la vía de la literatura. Para presentar a los dos protagonistas masculinos, me he lanzado con este párrafo:
Arsidas y Lisidante: dos príncipes, dos enamorados, dos espadachines con antifaz e identidad dudosas. Más tarde serán dos caballeros que se unen en momentos trágicos y entablan una sorprendente amistad.
Y de aquí a Otoño... donde Calderón me lleve.
7 comentarios:
¡Ánimo!
¡Pues no es mala compañía!
¡Esto promete!
Oye, ¿y al norte lluvioso exactamente cuando te va a traer? Habrá que concertar el encuentro. Esta tesis tuya tiene muy buena pinta, y con perdón, espero que te despeñes de vez en cuando por el abismo literario, por el bien de tu tribunal. ¡A presto!
Adelante Rocío!!!
Qué alegría ver el enlace. Una auténtica escritora!
¡¡Enséñame a leer y escribir!!
¿Qué tal por Pampaluna?
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