sábado, marzo 10, 2007

Bloggadicta. (Todos somos frikis.)

Es un hecho demostrado: todos somos frikis. Si no hay algo que te guste, que te encante y te obsesione hasta el delirio, es que no eres humano, colega. Ya pueden ser las camisas con dibujos de calaveras que se llevan ahora, la música de Coldplay, las pecas de Gwynneth Paltrow o el helado de mascarpone en pleno mes de enero. Algo será, digo yo. A ver, confiesa. Y para dar ejemplo, confieso yo primero.
Hace unos días mi padre me llamó bloggadicta y, que quieren que les diga, me sentó mal. Luego lo pensé un poco mejor para acabar diciendo, si fuera eso sólo...
Existen adicciones eternas y adicciones temporales: por ejemplo yo, de mes en mes, me obsesiono de pronto con las hamburguesas del McDonald, es como un brote, es la mezcla de pepinillo, mostaza, carne y queso, que emana endorfinas. Casi siempre lo supero, aunque a veces caigo al abismo de las grasas polisaturadas. Adicciones de siempre, el agua mineral (sic), la poesía, la música de discman en plan ermitaña... Decididamente, las librerías y los libros, pero también otros objetos de consumo menos nobles. Queda muy bien decir aquello de "yo sólo veo los docus de la dos", cuando en verdad te pones morada de ver Cámera café y Hospital central. A mí me enganchan los libros, pero no menos me atraen las barras de labios, las revistas de moda y los anillos de plata, "la señora de los anillos" me llama mi padre.
Y los amigos, poetas y bloggeros... Una pregunta a lo Carrie Bradshow: ¿pueden los seres humanos crear adicción?

10 comentarios:

Bukowski dijo...

Respondiendo a la pregunta: más que ninguna otra cosa.

Anónimo dijo...

100% de acuerdo...

Carlos RM dijo...

El texto, espectacular como de costumbre. El final a lo newyorker, también. En cuanto a la respuesta (a la pregunta), me temo que el consenso va a ser tremendo, de esos imposibles en la política española: sí, y sólo sí.

Corina Dávalos dijo...

Frikis y un poco cursis (aunque eso es más difícil de aceptar, no se lleva nada, nada) Y a la pregunta: a lo que más, y a lo que más merece la pena. Amistad, que le llamaban los clásicos a este tipo de adicción freak.

gilgamesh dijo...

Totalmente de acuerdo, pero mi lista de adicciones y manías es más larga que la tuya y la de cualquier otra persona.
Las personas pueden crear adicción, aunque también, desgraciadamente, también repulsión.Creo yo

Jesús Beades dijo...

Y la música... Porque el concierto de THE PERDÍO ART TRÍO de este jueves 15 de marzo, en el Urbano (C/ Matahacas, 5, Sevilla) me da a mí que nos va dejar con las piernas colgando, los ojos vueltos, el corazón trémulo, y con ganas de más y más y más...

Anónimo dijo...

Ay Beades, no me pongas los dientes largos, que yo no voy a poder ir... Estaré en las jornadas de teatro clásico de Almería... ¡Todo por la tesis y sus alrededores! Y sí, yo también creo que las personas que queremos nos crean adicción. Carlos, muchas gracias por el elogio...

Enrique Monasterio dijo...

Andaba yo dando vueltas a este asunto de las adicciones, y me alegro de que confieses las tuyas con tanta claridad.
Ojalá fuésemos adictos los unos a los otros, con una adicción tan fuerte que nos duela siempre el "mono" de la ausencia, y nunca nos desenganchemos.
La adicción a los amores se llama fidelidad.

Anónimo dijo...

El amor no es una especie de adicción hacia una persona??

Anónimo dijo...

El amor ES la adicción a la que se refiere Buentes: la más radical adicción a una persona. Pero el nombre se lo ha puesto D. Enrique: fidelidad. Que conlleva tantas otras cosas: la entrega, la generosidad, el sacrificio, el perdón...
Y precisamente por ello, por ser tan radical, es la ausencia la que produce el dolor, el "mono", más profundo que puede experimentar uno.