"Quien habla solo espera
hablar a Dios un día."
Hoy me desperté con estos versos de Machado bailándome por la cabeza. ¡Qué poético despertar! También me vino a la mente la frase del padre de mi amigo Nico: a su mujer, antes de echarse un rato por la tarde, "me voy a hablar con Dios". Y nosequién me dijo un día que la siesta era el yoga andaluz; más barato, menos glamouroso y más eficaz. El sueño es fuente de poesía: mientras me levantaba con un leve dolor de espalda pensaba, con nostalgia, en el colchón de lana virgen que yo tenía en Maestu...
De Machado al sueño, no esta mal. De Machado a Leonor, la mujer viva de Enrique García Máiquez. Tengo que pasar un momento por el blogg (¿el blog, los blogs?) antes de ponerme las pilas...