domingo, septiembre 12, 2010

Me he vuelto roja

Estupefacción.

-Es la última frase que pensé escuchar de tus labios, me dice Carlos desde el otro lado del mar y del hilo telefónico.

- Tranquilo, cariño, que sigo yendo a misa to´los días...

(Risas telefónicas.)

- Vamos, que a la pira de sotanas no llego, pero... como me enganché a Amar en tiempos revueltos...

-Y eso qué tiene que ver...

-Hombre, pues mucho... Es un daño colateral. Ya sabes: tanto va el cántaro a la fuente... Sobremesa tras sobremesa con el corazón en un puño por culpa del escritor comunista encarcelado, primo de su primo... y de su prima...

(A ver, que me desvío. Más risas telefónicas.)

-... Y encima "me" encarcelan también a "mi" Angelito...

(Cielo santo, que alguien pare esto. Empiezo a hablar como una... como una... )

-Pues eso, que he generado una enorme sensibilidad hacia la represión franquista.

(Sí, ahora arréglalo con jerga supuestamente profesional, o sea, relamida, pavisosa, insufrible, lacia y definitivamente lánguida.)

- ¿Pero tú antes eras azul o qué?

- Así a sabiendas ni azul ni roja, yo no era nada, por algo nací en el 77... Peeeero nunca podemos minimizar el riesgo que tantos prejuicios de pequeñoburguesa... proliferando... latentes...

(Hala, yo sigo a lo mío.)

-No sé, mira, creo que hasta ahora, por respeto a mis abuelos, había obviado la cara menos amable del franquismo, y de repente surge, flup, como un gigantesco lirio negro...

Carlos tiene, ante todo, una mente literaria:

-Mmmmmm... ¿Y por qué no lo escribes en el blog? Ya estoy viendo el título de la entrada, "Me He Vuelto Roja", y las visitas disparándose...

-No sé, tú... Igual pierdo el poco público que me queda.

-No creo.

-¿No?

24 comentarios:

Noelia Cano dijo...

A mi desde luego no me vas a perder jajaja Un besazo!

Jesús Sanz Rioja dijo...

Así en plan antídoto, te recomiendo este poema de Miguel Hernández:

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=8832#comentarios

Anónimo dijo...

No, no para nada.

marinero dijo...

Curioso el poemita de Miguel Hernández cuya lectura se nos recomienda como antídoto contra veleidades izquierdistas. Curioso que para encontrar un "antídoto" haya que remitirse a tres cuartos de siglo atrás, y a una situación de guerra. Curioso que haya que ir a buscarlo, precisamente, entre las curiosidades de la obra de Hernández, y no entre los poemas maestros que le han dado el sitio, en poesía española, que todos (salvo quizá nuestro amigo) le reconocen. Más curioso todavía que, en el sitio de internet al que se nos remite para leerlo, se aproveche para descalificar, por ejemplo, a Cernuda por ser... homosexual.
En cambio, si a mí (un suponer) se me ocurriese descalificar "ciertas" actitudes derechistas (las descalificaciones generales no son lo mío: las personas me importan más que las ideas) recordando, por ejemplo, las ferocidades de ciertos políticos y periodistas en contra de la sentencia por el 11-M, que según ellos ocultaba Dios sabe qué turbios manejos, y proclamando mi convicción de que, si las próximas elecciones dan el triunfo a la derecha, nada se hará para investigar policial o judicialmente tales "atrocidades", una vez que han dejado de ser inmediatamente útiles para tomar el poder (que es de lo que se trata)..., pues eso, que esas cosas no cuentan.
O, hablando de Miguel Hernández precisamente, la anotación que Ferris incluye en su biografía del poeta, donde explica que, según testimonio del director médico del penal de Segovia, se determinó "ignorar la gravedad de los procesos morbosos de los penados y de sus estados de desnutrición y hacer la vista gorda sobre su deterioro que indefectiblemente los conducía a la muerte. En vez de fusilarlos resultaba más práctico, económico y menos comprometido el dejarlos morir de forma "natural"". Pero claro, sin duda se lo merecía, por haber escrito ciertas cosas...
En fin, que Miguel Hernández era un sujeto lamentable, Cernuda o Lorca (nada menos que) homosexuales, y Antonio Machado un rojo, que ya es bastante. Si todo ello no constituye el "antídoto" por el que suspira nuestro amigo, que venga Dios (o, al menos, "Religión en libertad") y lo vea.

Máximo Silencio dijo...

Es verdad que cuando he visto "Me he vuelto roja" me ha impresionado. A pesar de todo me ha gustado la entrada. Todos guardamos sensibilidad para las barbaries humanas, sean del signo que sean.

Un Saludo

Máximo Silencio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adaldrida dijo...

¡Marinero! Te echaba de menos... Fijaos que he estado hablando del lamentable poema de Miguel Hernández (qué decepción y qué tristeza...) con unos amigos, y estos me dicen que ese soneto que comienza con "Al Gil, gili, gilipo, gilipolla" no es de Hernández sino de Alberti. Mira, no sé si será verdad pero me han alegrado el día.

Respecto a los homosexuales, la verdad incómoda es que no sólo la terrible derecha los ha reprimido. Por desgracia Fidel Castro también los tortura y encarcela.

Antonio Machado era un señor. Y un gran poeta. Y Miguel hernández es uno de mis preferidos.

marinero dijo...

Lamento (de veras) decepcionar a la amiga "Adaldrida" (gracias por echarle a uno de menos), pero el poema es en efecto de Miguel Hernández. En la edición de su obra completa publicada (segunda edición) en 1993, que es la que manejo, figura en la página 630 del 1º tomo (Poesía). Supongo, además, que ha sido tomado de esa edición, ya que el "enunciando" del último verso, que supongo errata por "ensuciando", figura tal cual en mi ejemplar. Pero sería bueno, como ya dije, no perder de vista las circunstancias en que se escribió, ni el hecho de que la gran poesía de Hernández es otra cosa; circunstancias que "Religión en libertad" (y supongo que Jesús Sanz, visto lo que dice) no tienen en cuenta para nada. Por supuesto, tampoco aluden siquiera a las atrocidades, a veces francamente escatológicas, que se escribieron entonces (y más tarde) en el otro bando, aparte de los horrores a que ya aludí en mi nota anterior. Y es que no hay peor ciego...

Jordim dijo...

Bune post, sisisi.

Anónimo dijo...

A ver, a ver. Que alguien me señale aquí una "atrocidad escatológica", una sola, escrita por un poeta del bando "nacional".Cuando la veamos, seguiremos hablando.

Carlos RM dijo...

Ya sabía yo que no ibas a resistirte...

marinero dijo...

Nueva curiosidad: que el anónimo de las 8:19 se manifieste dispuesto a "seguir hablando" sólo si se le citan textualmente burradas suficientemente bárbaras escritas por la derecha, y sin embargo no parezca preocuparle, por ejemplo, el testimonio que aducía (tomado de la biografía de Ferris) sobre el trato que se dispensaba a los penados, y que con toda probabilidad costó la vida a Hernández (y a unos cuantos miles más, de paso). Supongo que al dicho anónimo, como a Jesús Sanz, los versos escatológicos de Hernández le parecerán un argumento en contra de la izquierda, pero horrores como ése no se lo parecerán en contra de la derecha... Y es que ya lo dijo Joubert: "La embriaguez no priva de la apreciación de lo justo. La noción de justicia permanece pura incluso en la demencia, si el loco sigue siendo capaz de razonar. Un hombre borracho confundirá fácilmente a un inocente con un culpable, pero no una máxima buena con otra mala. La noción subsiste en él, en su memoria. Pero la embriaguez política (la embriaguez de los nervios) tiene efectos peores que la embriaguez del vino". En fin.

Jesús Sanz Rioja dijo...

Bien, Rocío, tenías razón con respecto al título. Hemos entrado como mihuras.

Sobre el pobre Miguel, no te preocupes. Uno puede ser un excelente poeta y un criminal. Ahí hace tiempo que he superado toda ingenuidad.

marinero dijo...

Acabo de leer la última nota de Jesús Sanz; no sé si quiere decir (es suficientemente ambigua) que MH era "un criminal". Si es así, le recomiendo la lectura, o relectura, de mi última nota, y lo que allí se dice acerca de los efectos que sobre el propio pensamiento puede tener la embriaguez política. Y, si es así, también recomiendo al anónimo de las 8:19 la consideración de las burradas, escatológicas o no, que pueden llevar a afirmar ciertas convicciones políticas.

Jesús Sanz Rioja dijo...

Huy, perdón: el miura de los toros va sin hache.

Anónimo dijo...

El anónimo de las 8:19, como alguien se refirió a las "atrocidades escatológicas" escritas por los poetas de derechas, pidió que se le mencionara siquiera una. Del trato a los presos no dijo nada (por esta vez), sólo de esos presuntos versos atroces y escatológicos. A estas horas sigue esperando que se le cite uno.

marinero dijo...

Eso, precisamente, reprochaba yo al anónimo en cuestión: que pueda pasar por alto lo que pasa, para destacar lo que destaca. ¿De veras le parece normal estar dispuesto a "seguir hablando" si, y sólo si, se le señala lo que pide, pero sin que los horrores que contaba le produzcan ni la más mínima incomodidad? Pues debo decirle, en ese caso, que mi normalidad y la suya son tan radicalmente opuestas que sólo puedo pensar que una de las dos es francamente anormal. Elija él mismo.

Anónimo dijo...

El anónimo de las 8:19, aunque medio oculto por la polvareda, sigue esperando un ejemplo de atrocidad escatológica escrita por algún poeta del sector nacional.

Adaldrida dijo...

¡¡¡Pero bueno!!! ¡Tenía razón Carlitos! 18 comments, con polémica anónima incluida...
Pues hala, yo también me lanzo.

¿Criminal Miguel Hernández...? Nooooo... Pobrecito, sólo apunta tímidamente que Gil debe arder como Troya... Deseo que él no puso por obra, pero que no rezuma paz y amor precisamente. Deseo que en muchos hombres se hizo realidad, no sólo en mi abuelo por ejemplo, algo anecdótico y que importa a mi familia; sino en muchos hombres cuyo gran delito fue ser notario de pueblo, o tener un crucifijo en su casa. Los rojos de santo no tienen un pelo, y de santo de mi devoción menos todavía, a pesar de que me haya levantado yo en ira tardía contra Franco.

Y respecto a versos escatológicos fachas, no me sé ninguno, pero es que no me sé ningún verso facha... poetas me gustan de los dos laos pero cuando no hablan de política: Machado, Luis Rosales, Miguel Hernández, Gerardo Diego... No me gustan ni Neruda, ni Alberti, ni que diría yo... Pemán, ¡horreur!

Yo creo que lo verdaderamente escatológico era esa manía nacional de decir a todas horas que Dios estaba de su parte, como en la canción esa montañera falangista, "Dios ha de vencer" ¡Pobre Dios, déjenmelo en paz!

Me encanta la tertulia que se está formando.

Adaldrida dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
marinero dijo...

Leo ahora (mis obligaciones no me han permitido hacerlo antes) los últimos comentarios de la propietaria del blog (no puedo estar más de acuerdo; ojalá hubiera más gente así de desapasionada y lúcida, y con ese sentido del humor), y de mi contradictor anónimo. Sigo pensando de él que se equivoca al expresarse como lo hace; su silencio sobre lo verdaderamente importante en mis comentarios anteriores es clamoroso. Pero en fin, él sabrá.
Respecto a los ejemplos que me pide, no puedo complacerle; aunque efectivamente los he leído, ni mi biblioteca ni mi memoria los conservan (a mí me gusta la poesía, no la escatología). Si él prefiere creer que no existen (se equivoca), es cosa suya.
Pero, de veras, la imagen que da de lo que parece defender es la de gente que no se permitiría ciertas libertades de lenguaje, a cambio de permitirse el ser (algunos de ellos; insisto en que no me gustan las generalizaciones) repugnantes asesinos. Es una defensa, a mi entender, bien paradójica; como suele decirse, con amigos así, ¿quién necesita enemigos?

Anónimo dijo...

Bueno, llegados a este punto, amigo Marinero, deberá admitir

1)que no ha encontrado usted tales atrocidades escatológicas escritas por poetas "nacionales",

2)que no las ha encontrado porque NO EXISTEN (y me parece que no me equivoco),

3)que usted, arrastrado por el apasionamiento dialéctico, las ha inventado o imaginado o supuesto, en beneficio de su argumentación,según el clásico axioma de la lógica izquierdosa: "si la realidad no se ajusta a mis ideas, peor para la realidad",

4)que argumentar con datos falsos demuestra poco rigor intelectual,


5) que no merece la pena seguir hablando con quien argumenta sin rigor.

Por mi parte, no hay más. Lo único que me importaba era dejar claro que ningíun poeta "nacional" escribió ninguna "atrocidad escatológica" de ésas, y si ud., Marinero, cree que no se puede discutir sobre este detalle de historia literaria sin aludir a los horrores de la derecha, otros podrán crer que tampoco de éstos se puede hablar sin mencionar los de la izquierda (que, además, se lo recuerdo, empezaron ya en la primavera de 1931).

marinero dijo...

Como dice el Marqués de Tamarón en su blog, "P. U. L. P. G.", para usted la perra gorda (es evidente que la necesita). Y, en fin, yo también doy por terminada la discusión. Creo, efectivamente, que no merece la pena continuarla. Ya he dicho que a mí no me gustan las generalizaciones (y lo he dicho inútilmente: léanse las palabras de mi contradictor sobre los "horrores de la derecha"). Dado que es obvio que a él, en cambio, le encantan (léase el resto del parrafito, o su alusión a la "lógica izquierdosa"; ¿creerá también en la existencia de una Lógica Derechosa, unas Matemáticas Socialdemócratas o una Física Fascista?), hablamos un lenguaje demasiado distinto (y distante) para que quepa el entendimiento. Él tiene claro, ahora es muy obvio, quiénes son los buenos y quiénes los malos. Si, como a mí me ocurre, se piensa que no hay "buenos" y "malos", así en grupo y a mogollón, sino individuos e ideas, mejores o peores en cada momento y circunstancia concretos, ¿de qué podríamos hablar, en efecto, haciéndolo en idiomas tan diferentes? Y, para su tranquilidad: sí he leído (aunque mi memoria se haya negado a hospedarlas) las escatológicas barbaridades que tanto le desasosiegan.

J.M.Peñalba dijo...

huy,huy,huy cómo me gusta esto! qué nivel dialéctico!y yo leyendo a Platón!
Adaldrida, mañana publica tu vida de cabaretera a ver qué rumbo toma la discusión.