martes, noviembre 25, 2008

La terrible sequía

Cuando empiezas a escribir poemas, todo es tan mágico y fluye con tanta naturalidad, en cierto modo todo pasa tan deprisa, que no te planteas seguir viviendo sin ese torrente de versos que te llueven casi a diario, por la noche, en los ojos alucinados, con todos los poros de la imaginación abiertos.
Cuando entiendes que naciste para esto, que la poesía para ti no es un refugio adolescente donde derramar lágrimas sin exigencia, tu vida es un antes y un después del huracán y lo sabes, todos lo saben. Intuyes que en algún momento se puede cerrar el grifo, y es justo ese miedo el que te ata a las musas con mucha más violencia.
Yo tuve conciencia de mi vocación cuando abrí los ojos a otro mundo, era imposible no escribir lo que allí estaba sucediendo. Hay gente a la que le duele escribir, y a mí sólo me duele no hacerlo: la sequía, la terrible sequía.
Explico esto porque, en gran medida, este blog nació para remediar este vació que empezó para mí hace casi tres años, cuando terminé mi tercer poemario, inédito, y cuando comencé a redactar mi tesis. Desde entonces he escrito apenas un par de poemas: ése que le gustó tanto a Arp, uno titulado La espada y otro que le regalé a mi padre. Mi padre, el único que no se resigna. Me dice que la poesía es trabajo, que la inspiración debe encontrarme trabajando. Y le respondo que esto no es una novela, que sin ese rayo primero o chispa mágica no hay nada que hacer.
A María se la encontró el ángel recogida en oración. Un poeta lo único que puede hacer es leer buena poesía, escuchar música clásica, aspirar el humo de diciembre, gastar los sábados en ríos o museos. Que la belleza vaya haciendo su trabajo dentro de mí.
Y mientras, inundar este blog de pequeñas piezas en prosa, o de largos reportajes sobre maquillaje.

20 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Oye, que yo tampoco me resigno, aunque sepa -cómo no voy a saberlo bien- que no hay nada que hacer. Precioso texto y preciosos propósitos finales, que me apunto. Ah, y hay prosas tuyas que valen como poemas, por ejemplo éste.

Enrique Baltanás dijo...

En verso no escribirás, pero estas prosas están muy bien.Ya sabes que los profes hablamos de prosa poética o de poemas en prosa. O sea, que las Musas no te tienen tan abandnada.
Ah, y quita por fa la verificación de palabra, que es una lata (además, ya tienes mderación de comentarios).

Adaldrida dijo...

Sí, señor. Gracias a ambos.

Agus Alonso-G. dijo...

Toda un arte poética la que nos deja esta entrada.

Adegea dijo...

¡Vivan los largos párrafos sobre maquillaje! :D

Atiza dijo...

Qué mal entiendo yo la poesía y cómo me gusta la prosa. Pero es que la tuya, tu prosa, me fascina!

Anónimo dijo...

Yo también pienso que hay que trabajar e investigar para que llegue la inspiración. ¿Por qué no eliges un tema y le das vueltas y ves/lees obras de otros artistas sobre dicho tema? ¡Anda que no hay cosas para hacer!

Jesús Beades dijo...

¡Coño! ¿y por qué música clásica? También sirve el blues.

Me sumo a las consideraciones sobre tu excelente poesía en prosa. Pero no a las entradas sobre maquillaje, en las que me siento alguien excluido de una fiesta de la que otros hablan.

Jesús Beades dijo...

Oye... ¿y las "cosas que me gustan de la navidad"?

Ara dijo...

Cielo, si escribes como los ángeles, hables de la vida cotidiana, de los cuentos de hadas o de los misterios de los potis!
(estoy con Adegea)

Un besote

Carlos RM dijo...

Yo digo lo que los Enriques: tus prosas son muchas veces poesía. Ánimo y prepárate: tras las sequías vienen los inundaciones...

Anónimo dijo...

Se presiente la torrentera. No desesperes, Ro, que la vara de zahorí te marca dónde hay agua.
Esta misma entrada ya es una fuente. ¡Y cómo salpica!

Jesús Aparicio González dijo...

Para tu terrible sequía te regalo este poemilla

Resisten
a la uña del viento
a una red de uvas grises
al cristal de los polos.
Son el cordón umbilical que me eterniza.
Resisten aún las primeras hojas
aquellas que traían
- no sin rubor-
la firma que será de mis cenizas.

Y este otro

A LA INTEMPERIE DE LA ESPERANZA

No sabía leer y ya leía
en el agua de lluvia, en el agua
de la fuente que en su fondo guardaba
la moneda que fue reino y tesoro.
Y tras ella ahogué mi primer sueño.

No sabía escribir y ya escribía
con los ojos la más hermosa carta
que no tuvo paloma mensajera
y sí viento ladrón que erró el destino.
Y tras ella perdí el primer amor.

Ahora sigo leyendo y escribiendo
buscando mi moneda y su respuesta.
A la intemperie de la esperanza
vivo tomando el polen de los nombres,
mordiendo la raíz de su canción.

Un beso muy fuerte

Anónimo dijo...

La verdad es que estoy muy agradecida a la "sequía" de la qeu nación este blog.

Esta mañana, por fín. me fui a comprar mi primera barra de labios de KisKiss y la amable dependienta me indicaba que las de Dior tb. eran muy buenas. Me aferraba a la de KissKiss como en un pulso. No sabes quein me la ha recomendado eh!! (y sin cobrar!), pensaba. Vamos, que ya la tengo.

Creo que la sequía realemnte es "echar raíces" más profundas para que nazcan ramas más bonitas. Es decir, creciendo por dentro y ya se mostrará por fuera.

Me encantaría escribir poesía pero soy incapaz. Mis padres, los dos de ciencias, escribían preciosas poesías. Por cierto, le voy a pedir a mi madre a ver si me deja la que me escribió cuando nací.

Muchísimas gracias por el enlace. Luego lo leo detenida y tranquilamente.

Un saludo

Benita

Anónimo dijo...

Madame Arana, es Vd, única. Me destoco.

Anónimo dijo...

.
Se sigue autotitulando "exiliada" después de 20 años de vivir en España y haber adoptado la nacionalidad.

Hace mucho que volvió la democracia a su país, pero parece que a Cristina Peri Rossi le aumenta el raiting mediático seguir ostentándose bajo una definición casposa y ya sin sentido, como el simpático Neuman boy.

Ayer la Peri Rossi fue juez (de otro concurso, el Torrevieja) y hoy es parte (ganadora) de otro, el Loewe. Su ganador de ayer es su dictaminador de hoy.

Algo huele a podrido, pero no en Dinamarca.

Es la ética de los altos ejecutivos de la literatura.

No seamos cómplices que guardan silencio.

Adaldrida dijo...

GRACIAS A TODOS.
Me recordáis a un simpático anónimo que entraba para decirme que entre todos me estabáis volviendo tonta. Yo sé que sois sinceros y por eso quiero ser sincera: ¡Me gusta que os gusten mis entradas!
Beades, lo del post fantasma fue un error, es una entrada que estoy preparando para el domindo, que empieza el Adviento, pero a mitad le di al botón equivocado.
Respecto al maquillaje, hay diversidad de opiniones, pero tengo claro que no voy a abrir un blog sólo para ese tema, va a seguir siendo así, tres en uno: poesía, maquillaje, vida cotidiana. Toi y Beades se saltarán unas entradas, y Koizumi, Camarona, Benita, Sponjita y Ade (mis compañeras en la potirexia) las esperarán ansiosas. Esta es la vida.
Os doy las gracias por no dejarme hablando sola.

Néstor dijo...

No me creo que no escribas nada de nada... No. No me lo trago.

Enrique Monasterio dijo...

Yo me pido una sequía como la tuya.
Acabo de leer el artículo que publicas en Nuestro Tiempo sobre Pedro Antonio Urbina. ¡Espléndido!
Ahora espero tu tercer poemario.

Anónimo dijo...

Néstor y Don Enrique:
¡hablo de poesíaaaaa!Sequía poética. Claro que escribo algo, por ejemplo entradas en este blog o críticas en Poesía Digital y Nuestro tiempo. Deo gratias, no se me ha embotado la cabeza para la prosa ni el ensayo.
Lo cual demuestra que ni mi padre ni el anónimo (gracias por tu comment, anónimo)tienen razón en esto (ojo, sólo en esto; en todo lo demás, mi padre está cargado de razón): no es lo mismo poesía que prosa, en el segundo caso, la musa te tiene que pillar trabajando, en el primero, no es tan fácil...