domingo, noviembre 09, 2008

La carta de Reyes Magos

Toda la mañana rodando entre bicicletas y peluches me ha dejado un sabor de fiesta a destiempo en los labios. Cuarta planta del Corte Inglés, juguetería. Manu y Jaime lo miraban todo con ojos grandes de sorpresa. Me voy haciendo mayor, pienso al ver una docena de árboles de navidad rodeados de papanoeles, ¡si todavía no ha empezado el Adviento! Pero pronto me va atrapando el encanto del espumillón, y voy adentrándome en el rosa algodón de azúcar que tanto me fascinó de niña. Y descubro que siguen existiendo los Nenucos, las Nancys y el Gusiluz. Un mundo de color, la luna fluorescente en el cielo del cuarto de jugar. Castillos que se convierten en prácticos maletines, y así puedes guardar todos tus sueños junto al bocadillo de media mañana.
Y me he descubierto dando la vuelta a una caja de cartón para mirar el precio de una muñeca repollo. Si quieres regalármela por mi cumpleaños, puedes hacerlo. Doctor, doctor, me gustan las muñecas, ¿es grave?
La velada terminó en la librería Tarsis, aspirando el olor de los comics de Hergé. Ya los tengo todos, decía Manu. Y corría con su hermano de un lado para otro buscando los libros de Jerónimo Stilton. Mientras tanto yo, en una esquina oscura, descubría el teatro completo de Oscar Wilde, que también sería un gran regalo. Muñecos y libros se dan la mano bajo el muérdago, me devuelven a mis ocho años, cuando inventaba mundos para mi hija Maite y empecé a leer aquellos inolvidables libros de pasta dura de color rosa fucsia.

12 comentarios:

Adaldrida dijo...

P.D.: Y si la repollo tiene pecas y es pelirroja, mejor.
P.D.2.: ¡Glups! He borrado por error la entrada sobre la peli "Bella"! Que conste que me sigue pareciendo bella y él, bello.

Anónimo dijo...

Pues yo el año que me casé le pedí a los reyes magos de Oriente (por supuesto, creo en ellos como creo en Dios) y me la trajeron en casa de mi suegra, es mulata y preciosa y se llama Belinda Adela, porque ya vienen con su certificado de nacimiento. Y tenía entonces 28 añazos, y ahora estoy deseando que nazca mi hijo para poder, sin pudor ninguno ya, volver a jugar y comprar juguetes.


Claro, y el teatro de Oscar Wilde también... pero donde este una repollo.

Atiza dijo...

Fantástica, Adldrd y olé.

Ara dijo...

Rarita que es una, peluches si, muñecas no. Las gorditas me dan miedo y las flacas los siete males, si están anorexicas. Entonces siempre acabo regalando libros, a mi era el regalo que más ilusión me hacía ...

Anónimo dijo...

Me encantan las cabagge pacht Kids... a ver si te lo regalan.

Susi

Néstor dijo...

En mi casa -y en el resto de mi familia- nos seguimos regalando cosas la noche de reyes... Y casi te diría que nos seguimos levantando con la misma ilusión.
PD: un poco heavy lo de la muñeca repollo, ¿no?

Adaldrida dijo...

Es heavy, sí; ¡pero ya ves que no soy la única!
Macarena, este nuevo punto de contacto entre nosotras me ha gustado mucho. Atiza y anónimo, gracias.

Outsider friar dijo...

¿Una esquina "oscura" en la librería Tarsis?
O la librería ha cambiado desde mis tiempos sevillanos o sería la acción del ensimismamiento, ese efecto que hace desaparecer la luz de lo colectivo...

Adaldrida dijo...

Mmmmm... un poco de literatura en la metaliteratura. Outsider, bienvenido. En Tarsis hay una esquina (no muy oscura pero la más oscura que existe, se nota que me gusta la oscuridad), donde están las cosas de Chesterton, El acantilado, literatura victoriana y poesía cuando la hubiera etc... es mi rincón favorito, de hecho cuando voy me desentiendo del resto de la librería y pienso que sólo esa esquina es la librería. Lo sé, lo sé, es algo tan friki como pedir una mjuñeca repollo a mis treinta años..

Alejandro Martín dijo...

Pues qué queréis que os diga..? A mí me dan un mal rollo las muchecas repollo esas... Si yo fuera Satán y quisiera encarnarme para no dejar dormir a los niños de un horfanato, lo haría en una de esas...

Alejandro Martín dijo...

...digo... orfanato... ups

Unknown dijo...

oye si que eres buena
yo etngo un blog en la argentina
unmatecocido lo visitaras
luego me comentas
un abrazo
mario