viernes, octubre 17, 2008

Infusión de caléndula


Como lo oyes. Que sí, que la caléndula es antiirritante. ¿Algo más, bonita?
Estoy detrás del mostrador, mirando con éxtasis los tintineantes frascos de cristal, potitos Bledina, aceite de argán, emulsión cincuenta más de Avéne. Me entusiasman las parafarmacias y ésta atesora un atractivo único: la línea de montes que divisamos tras el amplio ventanal. En la puerta, un cartel en vasco y en castellano dice: botiquín de Maestu. Y la farmaceútica, con su bata blanca y los zapatos de tacón alto, ha pedido a Santa Cruz de Campezu todo un lote de productos de Weleda y Caudalie.
Yo venía por un tubo de Biopel. Espera un momento. Mientras oigo sus pasos por la trastienda canturreo un poco. Intuyo el frufru del papel cebolla, envolviendo la caja de cartón. Y miro el bote de crema de caléndula, y los desodorantes citrus cien por cien naturales. No tienen sal de aluminio. A través de la ventana abierta me llega el olor de la hierba segada. Un hombre con mono azul entra en la farmacia. Huele a sudor limpio, tiene briznas verdes en la piel.
Ya está aquí. Tres con ochenta y cinco. ¿Y agua thermal de La Roche Posay tiene? No, pero tengo el agua de Caudalie, que es muy rica. Me la llevo.
Caudalie, marca de parafarmacia francesa que ha sido pionera en la Vinoterapia. Debí imaginármelo. En el bote aerosol puedo leer: Eau de Vigne. Y en alguna parte de la etiqueta: cincuenta por ciento Sauvignon. Huy. Llego a casa y me rocío la cara con ella, y entonces toda mi piel y la habitación entera desprenden un aroma de bodega en el mes de octubre.
Tendré que probar la infusión de caléndula.


P.D.: La foto es de Maestu, la encontré por internet.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Necesitas la crema facial de caléndula. La necesitas ya, antes de que el céfiro arañe tus mejillas.

Anónimo dijo...
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Ara dijo...

Emulsión cincuenta más de Avéne: esa es mi crema de cabecera, no salgo de casi sin ella, y si lo hago busco una farmacia y repongo inmediatamente.
¿Para que sirve la calendula, que os veo emocionadas?

Adaldrida dijo...

La crema de caléndula de Welleda es hidratante, suavizante y calmante para pieles sensibles y muy secas, por eso yo no la uso. Mis rojeces tienen más que ver con el calor, el sol y el estrés que con el viento y el frío. Pero hay gente que en invierno lo pasa muy mal con el céfiro, como dice el solícito anónimo (o anónima.)
Así que es eso: una crema ultra untuosa (tiene aceite de almendras dulces, cera de abeja, lanolina y extracto oleoso de Caléndula), ultra hidratante y ultra calmante para pieles secas a las que el viento y el frío causa rojez e incluso eccema. Tiene muy buena pinta.

Yo, para mí, para mi piel sensible pero mixta, usaría la caléndula en infusión. Compraría las florecillas en un herbolario, las pondría a cocer en medio litro de agua mineral, dejaría enfríar y voilá tónico para piel sensible 100% natural. A lo mejor lo hago cuando acabe el tónico de agua de rosas de Carla Royo Villanova, que es muy bueno.

María dijo...

hija que apañadica eres, ro, da gusto contigo!

Néstor dijo...

Me he perdido, de nuevo. Pero suena todo tan bien que hasta pongo cara de entenderlo.

Unknown dijo...

Cuánto aprendo contigo, Rocío hija, cuánto aprendo.

Sigue instruyéndome.

Un abrazo.

P.D. Gracias por felicitarme en mi onomástica.

Adaldrida dijo...

Gracias a Todos. María, Yeste: ¡es sólo que leo mucho y me paso horas probando cosas, ooops!
Néstor, gracias por seguir leyendo...