martes, enero 26, 2010

Momento friki

El sábado estuve merendando en casa de mi amigo Fernando do Vale Salteiro, poeta portugués afincado en Sevilla. La casa estaba llena de velas encendidas, velas que olían a vainilla francesa. La mujer de Fernando me dijo que las había comprado a cuatro euros en Ikea: yo en Ikea no entro ni aunque me regalen un tractor amarillo, pero pensé que, cuando cobre la nómina, debería darme un paseo por L´Occitane y luego ofrecer aquí una crónica. Creo recordar que tienen velas de té verde, de verbena y de rosa confitada, entre otros aromas.
Había también en la casa de mi amigo un bebé de unos seis meses: su hija Julia, con grandes ojos oscuros y piel recién hecha. Miraba fijamente un loro de peluche montado sobre una peana. Este loro repite lo que tú le digas, me comentó Fernando. Tiene una grabadora y te suelta dos veces seguidas la frase que tú quieras. Y, pulsando un botón, recitó con voz muy seria: "Hay espadas que empuña el entusiasmo." El loro, tras brujulear el verso en su mente electrónica, repitió: "¡Hay espadas que empuña el entusiasmo! ¡Hay espadas que empuña el entusiasmo!" Yo me quedé muda. No sé qué me asombraba más, si el artilugio en sí o las palabras que habían sido elegidas. Sonriendo volvió a declamar: "Y jinetes de luz en la hora oscura." Y el loro: "¡Y jinetes de luz en la hora oscura! ¡Y jinetes de luz en la hora oscura!"
¡Es el loro Mesanza!, acabó de exclamar, muerto de risa. ¡Es el loro Mesanza!, respondió el loro por dos veces. Y los dos comenzamos a sentirnos avergonzados, ¿cómo podemos ser taaaaaan frikis...?

7 comentarios:

Máximo Silencio dijo...

Consuélate en que ser friki es ser diferente, algo que no sobra en este mundo.

Un Saludo

julio martínez mesanza dijo...

¡Pero qué cosas le enseñáis al loro!

Unknown dijo...

La escena es genial. Y tiene mucha razón Antonio Rivero: si ser friki significa ser diferente, está muy bien. Lo que pasa es que la palabra friki me resulta molesta. Viene de "freak", monstruo (monstruíto): o sea, tío raro, medio chalado. Para la masa cualquiera puede ser friki: desde un tipo que se pone una lechuga en la cabeza y se pone a cantar tonterías hasta otro que lee filosofía con pasión. Y por ahí no paso.

AFD dijo...

Si yo tuviera un loro le enseñaría que también mueren caballos en combate, así es que eso no me sorprende ni me parece friki... ¿Pero quieres un tractor amarillo?

Alfredo

J.M. Peñalba dijo...

vivan los loros!!! los frikis y sus loros frikis!!!! y viva Mesanza!! y los "frikis" que leen poesía!!!

hitlodeo dijo...

Es un efecto colateral de ir a IKEA.
:))

Adaldrida dijo...

Gracias a todos. Mr Peñalba, ¡bienvenido de nuevo! Hitlodeo, bienvenid@ por vez primera, gracias por comentar. Antonio, gracias. Javier, entiendo lo que dices, pero es que ahora filosofar con pasión o leer a Mesanza viene a ser tan raro como ponerse una lechuga como sombrero. Incluso creo que muchos de los lectores no entenderán de qué va el tema porque no lo han leído, desgraciadamente.
Julio, se lo enseñamos con mucho respeto, no te creas.
AFD, ¡ole! ¡También mueren los loros en combate!