viernes, noviembre 13, 2009

Y de repente, zas, la inspiración

EL RÍO

Era un río tu brazo, con sus venas
caudalosas fluyendo hacia mis ojos,
y un diminuto fuego tus palabras
disponiendo, certeras, mi derrota.

Y tus manos abriéndome otro mundo
fugitivo y feliz, igual que un río,
y hubo sólo un minuto
de maravilla rota para siempre.

7 comentarios:

Jesús Beades dijo...

Magnífico.

Sugerencias (si José Luis García Martín, o quien sea, quiere hacer una edición crítica de nuestra poesía, sólo tendría que rastrear los blogs, y poner a pie de página: sugerencia de tal y cual, día tal, en su blog):

Verso 2: "caudalosas fluyendo hacia mis ojos".

Confiere movimiento, incluso erotismo, en vez de juntar ojos y venas, que queda un tanto demasiado sanguíneo.

Verso 5:

"Y tus manos abriéndose a otro mundo"

Verso 7:

"y tan sólo un minuto".

Todo quedaría en gerundio, algo haciéndose, avanzando, como el río. Pero a la vez intemporal. En vez de conjugarlo en pasado. ¿Qué tal?

Repito: magnífico. Adaldrídico.

Adaldrida dijo...

Beades, ya pen´se en poner "hacia", pero es que últimamente evito las sinalefas... Sin embargo veo que aquí vale la pena, y hago como vos queréis y yo quería.

No he puesto "abriéndose" sino "abriéndome", porque el mundo fujitivo y feliz me lo abría a mí, o a mis ojos. Pero en todo caso, te hago caso en lo del gerundio.

Y lo de "hubo" es innegociable: me gusta el verbo ahí.
¡¡¡¡Muchas gracias!!!

Jesús Beades dijo...

No, espera. Me equivoqué al teclear, precisamente por la sinalefa. Quise decir

"Y tus manos abriendo ese otro mundo".

Que es sugerente, me parece. (Se entiende que abre ese otro mundo para ti).

¿Por qué evitar la sinalefa? Hay algunas cacofónicas, de la misma vocal. O imposibles, con tres vocales. Depende, como bien sabes, del acento. En este caso, no encuentro problema al oído (que es lo que importa).

John Henry Newman dijo...

"Y lo de 'hubo' es innegociable: Me gusta el verbo ahí".

Debería usted sacrificar su gusto personal al servicio de la Belleza, que es el relámpago de Dios en la carne del verso. El Día del Juicio se pesarán también en la terrible balanza los versos malogrados por el yo.

Adaldrida dijo...

Hombre, algo de autoridad sobre lo que dejo o no de escribir en mi poema habré de tener, ¿no...?
Además, ¿quién dictamina la Belleza? ¿Quién juzga que una cosa es más bella que otra...?

AFD dijo...

Me gusta muchísimo tu poema. Y me encanta el "hubo" que resuena con todas las "u" del poema, sobre todo con las de "fugitivo" y "minuto". Y además, en mi opinión, el "hubo sólo" enfatiza la paradoja con "para siempre" mucho más que "tan sólo".

En cuanto a "abriendo ese otro mundo" y "abriéndome otro mundo", ambos funcionan, pero "abriéndome" se siente más íntimo, más cariñoso... "Abriendo ese" tiene más aliento y horizonte.

Mis dos centavos, como dicen los gringos en sus blogs.

Alfredo

Adaldrida dijo...

AFD, ¡gracias! Me das armas para responder al incorregible Newman. No es mi ego el que me impide prescindir del "hubo", era una intuición poética que ya tiene palabras: las de Alfredo.