jueves, junio 07, 2012

La poesía es de Bilbao


Ayer estuve en Arnedo, participando en un taller poético que organizaba su ayuntamineto y que coordina el crítico y poeta riojano Diego Marín (culpable de esta reseña de Mirar el fuego). Una hora recitando pero, sobre todo, escuchando y respondiendo las dudas del público, que en ningún momento hizo preguntas banales ni recurrió al clásico "y tú... ¿por qué escribes?"...

No, no, nada de eso: allí se trataron altas cuestiones de la teoría literaria. Me sorprendieron queriendo desentrañar la magia del endecasílabo, o debatiendo sobre si la rima estaba o no obsoleta en nuestro tiempos... Escucharon y perguntaron con lápiz y poema en ristre: se notaba que habían trabajado anteriormente poemas del libro y eso me dejó atónita y agradecida.


El final del taller...



Leí poemas de Pampaluna y de Mirar el fuego, y también leí piezas de Las siete barbies... y allí la polémica literaria se desató. ¿Poesía? ¿Prosa? ¿Proesía...? ¿Eso existe? Desde el público se alzó una voz que proclamaba: el lenguaje poético es tan poderoso que puede hacer lo que le salga de las narices..." Y Diego concluyó: la poesía es de Bilbao.

LLevé libros y ¡vendí siete! Hoy debía pagar el recibo de la luz, y adivinen de dónde ha salido el dinero. De poeta no se vive, pero al menos se paga la luz que alumbra tus versos.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Fue estupendo tenerte en Arnedo. Gracias, Rocío.

diego

Jane dijo...

Hola, ¡felicidades!!! besos

Pilar dijo...

Pues oye, pagar la factura de la luz no es poca cosa tal y como ha subido ;)

Enhorabuena, hermosa!

secondopilar.blogspot.com

Unknown dijo...

Felicidades Rocío, mi niña, simplemente, por ser como eres.

Estoy informada de tus andanzas por tu amiga.

Un beso.

arnedana dijo...

Fue estupendo que alguien, sílaba en mano, nos descubriera las maravillas del ritmo a través de los endecasílabos o los heptasílabos o cualquier otro "sílabo". Todo un honor y un placer escucharte y aprender. Gracias.