Esta tarde vi llover.
Los adoquines mojados parecían caramelos. Caminaba yo por los soportales de Gran Vía, bajo mi sombrero de lluvia, cuando vi una enorme vieira de peluche que entorpecía el paso. La vieira bailoteaba. Se dirigió a mí para tomarme de la mano. De debajo del disfraz emergía una música como de gaitas, irresistible. La vieira hacía ademanes de querer que yo diera una vuelta, agarrada a su esponjoso brazo. No sé qué hubieras hecho tú: a mí la música me llama poderosamente. No sólo di la vuelta sino que me marqué un baile con ella, que en realidad era él. A su lado, unos panfletarios vestidos de paisano ofrecían publicidad de Marisgalicia, carpa ambulante de mariscos. Se reían diciendo:
-¡Mira qué marcha tiene la moza!
Y también:
-¡David, quítate la vieira!
David no se quería quitar la vieira, pero no me devolvía la mano tampoco.
- Es más cortado...
- Es que será gallego, respondí yo. Sonrisa de oreja a oreja por parte de la vieira.
-Sí, soy gallego. ¿Otro baile?
Mientras bailábamos en plena calle, debajo de la lluvia (aunque en un soportal algo arrinconado, afortunadamente-, los panfletarios iban tomando conciencia de celestina.
-Eh, que está soltero. Chica, que no es una vieira, que es un chaval muy majo...
Y lo decían tan serios.
6 comentarios:
XDDD, es un encuentro muy poético, pero no nos dices cómo acabó la cosa! ya sabes que los gallegos somos de fiar!
Es verdad, mujer, cuéntanos el final, que te has dejado lo mejor en el tintero... ;-)
Esa petición del final me ha recordado una canción de hace muchos años de Les Luthiers,en portugués más o menos macarrónico, contando un intento de ligue en una playa brasileña. Dice así:
"O final foi muito vil, / pela culpa do Brasil. / O sol plenamente cruel / me quemó toda la piel. / Tenía quemado tudo, / de la proa hasta la popa, / que ni siquiera desnudo / podía aguantar la ropa". Espero que el asunto terminara mejor en tu caso.
El final, el final... caminante no hay camino, se hace camino al andar :)
Bueno, no voy a ser mala y voy a contar el final. Es un final abierto, como en el post.
El tal David me invitó a la carpa (entre ligón y buen márketing, sí señor), diciéndome que el sábado hay queimada. Los panfletarios corearon: "un par de queimadas y es tuyo". Y yo pensando: no sé si quiero que lo sea... Y todo esto sin verlo aún, todo muy barroco.
Y yo tenía el propósito de ir a la famosa queimada, pero de pronto recordé que este sábado voy al carnaval del vino en Haro.
Si es que se me amontonan los planes.
Y sí, Gatoflauta, lo de la queimada recuerda al queimado de tu historia... pero al menos yo no me quemé.
En mi blog hay un estupendo sorteo de alta cosmética
de la firma ATACHE, me encantaria que participases
en él.
Bsos wapa!!!!!
Ja. Que buena historia.
Paso por acá cada tanto.
(Esta vez vine a ver si estaba Ud. muerta, por lo de la envidia pearcense o andresruizperense. Gracias a Dios no).
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