jueves, junio 26, 2008

Súper Galleta


Siempre me han dado un poco de pena esos niños que desayunan donuts, bollicaos o palmeritas de chocolate. En cambio, me dan envidia las personas que toman por la mañana algo distinto: tortitas con huevos revueltos en el vips, o fruta fresca y troceada, embutido y queso en un hotel de la costa.
De pequeña, en Maestu, desayunaba con mis primos un zumito de naranja y colacao con un sinfin de galletas redondas y pobres. Antes del desayuno escenificábamos un capítulo más de la grandiosa serie, "Súper Galleta". Nuestra invencible heroína se peleaba con las galletas malvadas en un duelo cósmico sobre el tazón humeante. Una a una eran derrotadas las galletas villanas, que caían en un abismo de leche y eran trituradas por la máquina del Glópita-glópita, o sea, nosotros.
Era verano. El tiempo nos pertenecía. Y Super Galleta siempre quedaba vencedora: seca y ajada, la guardábamos en el pupitre para la batalla del día siguiente. Niña, cómete la galleta. No puedo, es la protagonista de mi serie favorita.
Pero los protagonistas éramos nosotros, y no nos dábamos cuenta.

5 comentarios:

Nodisparenalpianista dijo...

Joer Rocío... ¿Se volvió verde y con pelos supergalleta?

Anónimo dijo...

noooo... no llegó la sangre al río.

Anónimo dijo...

¡¡¡yo también desayunaba galletas con colacao y zumo!!!

Jesús Beades dijo...

Qué final...

Anónimo dijo...

ja,ja,ja... Qué buena foto!. A mi me gustan las supergalletas con miel, o con qeuso y miel...
Benita