jueves, noviembre 08, 2007

Sueños inocentes...


Hoy he soñado con la guardería a la que fui de niña: espacio imposible, porque lo derribaron hace tiempo. En el sueño se había convertido en una dependencia de la Junta, y caminaba yo por aburridas salas de funcionarios que sellaban carnets, diciendo "aquí me manché un dedo con pintura azul". El funcionario con cara de ratón y gafas redondas levantaba la vista, sorprendido. "Y aquí había un columpio blanco, porque ésto era el jardín".
De ese columpio nos caímos una vez. Era grande y de metal blanco forjado, con remates dorados en las esquina, y cabían unas cuatro personas. Pero nosotros éramos cuarenta, todos en tropel. Buscando cochinillas por el suelo lleno de barro. Olía a una mezcla de barro, vida submarina y pastelitos de la Pantera Rosa.
Y había también una escalera negra, de mármol: la teníamos que bajar a las cinco de la tarde para merendar tres onzas de chocolate con pan. Había carreras y tropezones, yo bailé por aquellos peldaños en sentido inverso. Dolían. Pero luego el chocolate sabía a cielo después del purgatorio. Con nueve años pensé en aquella tarde y me dije que el purgatorio era una escalera negra que había que bajar rodando, si luego querías chocolate: el purgatorio o la vida.

9 comentarios:

Adaldrida dijo...

Hoy, a las siete y media, en los alcázares entrando por el patio de Banderas, presento "Nuestro nombre en las piedras", primer poemario de María Eugenia Reyes Lindo... Y el gran Pablo Moreno presenta a su vez el libro del gran Buko, "oro".

Anónimo dijo...

¡Ay, qué dolor, que no podré acompañaros!

E. G-Máiquez dijo...

Escalera inversa, bajar rodando, chocolate... Ummm, qué sabrosa imagen.

Benita Pérez-Pardo dijo...

Qué pena no poder ir a los alcáceres!!
Lo de no caer por las escaleras me da menos pena.


Las tres onzas de chocolate...mmm!t

Nodisparenalpianista dijo...

"Olía a una mezcla de barro, vida submarina y pastelitos de la Pantera Rosa"
Me gusta tu parvulario. Cualquier día lo sueño en la Toscana, o mejor, en el Trastevere.

Anónimo dijo...

Tu mundo infantil es inagotable y maravilloso. Pero no creo que el cielo (o el chocolate o el arroz con leche) sepa mejor tras el purgatorio. Ese gozo (el cielo, el chocolate, el arroz con leche) debe tener entidad propia, sin necesidad de comparaciones. Que vaya bien la presentación.

Benita Pérez-Pardo dijo...

Marta, repaso la lista blanca y no encuetro QUITAOJERAS, fundamental en un blog para la conciliación.

El corrector de Mabellyne es quitaojeras también?

Muchas gracias

Anónimo dijo...

Por supuesto, Carlos: no decía que el cielo fuera como el chocolate tras un buen golpe, sino que el purgatorio debe ser como el golpe PERO sabiendo que luego viene el chocolate. De todas formas ya sabes, ni ojo vio ni oído oyó...
Benita, mi problema es que no tengo ojeras, pero el corrector de Maybelline, usando el tono 1 light, creo que tapa e ilumina. También hablan muuuy bien del de Elizabeth Arden, Sheerlights. El corrector de este tipo, que sirve para las dos cosas, se debe usar antes del maquillaje para tapar granitos o manchas y después del maquillaje para tapar ojeras e iluminar...

Anónimo dijo...

q relato más hermoso!