jueves, marzo 25, 2021

Semáforos en rojo dando avisos

 Ayer, inmersas en un gran atasco, un volvo gris pugnaba por adelantar..., pero lo vimos detenido al fin, como nosotras, ante uno de los muchos semáforos en rojo. Ah el poder igualador del semáforo, pensé. 

Y en seguida se me vino a la mente la imagen del mar de Jorge Manrique, donde iban a morir los ríos "grandes e chicos", terrible democracia.

Últimamente pienso en la muerte, y es que a la fuerza ahorcan. Caen a mi lado mil y diez mil: ayer, un gran amigo de mi mayor amigo. Varada en el coche recité del tirón, de memoria, la última copla de Manrique, tan consoladora, con tanto señorío. "Y consiento en mi morir con voluntad placentera, clara y pura, que querer hombre vivir cuando Dios quiere que muera es locura.".

Así quiero irme, sin violencia, pero más difícil es ver marchar a los demás sin rebeldía. Manrique nos ayuda, no a resignarnos, que yo por naturaleza no soy estoica, sino hedonista... Las coplas nos enseñan a aceptar que la muerte no es una injusticia sino otro gran misterio, y que tampoco la vida de las personas que más queremos nos pertenece.

4 comentarios:

Adaldrida dijo...

Dedico esta entrada a mi amigo Nico Arduán, y a Javier Abad e Inma Acosta, que perdieron no hace mucho Hija, Marido y grandes amigos míos.

Adaldrida dijo...

El gran EGM, en Twitter, ese invento infernal:
«El poder igualador del semáforo» también lo he experimentado yo, sobre todo una vez que me adelantaron en la autopista a Sevilla, y luego en el primer semáforo en rojo de la Palmera allí estaba el bólido.

Pero Rocío Arana lo ha dicho mejor:
rocioarana-adaldrida.blogspot.com/2021/03/semafo…

Y María Pérez Laya, cuando he avisado de la actualización: ¡ya era hora!”.
De verdad de verdad que voy a intentar actualizar al menos una vez al mes, que voy a ser buena...

kitty dijo...

Gracias por esa chimenea encendida en el día de hoy. Me ha recordado a cuando empezamos en esto y escribíamos sólo (con tilde porque me resisto a eliminarla) por placer. Qué tiempos...

javier dijo...

Gracias por tu dedicatoria. Pero que duro es reconocer en tus palabras y en la voz del poeta, "Las coplas nos enseñan a aceptar que la muerte no es una injusticia sino otro gran misterio, y que tampoco la vida de las personas que más queremos nos pertenece" Finalmente se impone sin remision, ni alternativa. Sólo queda la Fe y la Esperanza.