Hoy hace la friolera de dieciocho años que decidí tomarme en serio mi vocación de poeta, tras disfrutar de un inolvidable recital de poesía dorsiana en Pampaluna.
Esto significa que cumplo mi mayoría de edad poética, y para celebrarlo, retomo con temblor este blog, porque me he dado cuenta de que necesito un sorbito de prosa poética en mi vida.
No prometo constancia, no prometo nada más que volver a intentarlo. Cuántas veces he tenido, volviendo a casa a través de las calles invernales o en el mismo autobús, intuiciones de ésas que merecen ser plasmadas en alguna parte. Este es el lugar, este es mi lugar.
Y sé que al menos dos o tres, me estabais esperando.
Esto significa que cumplo mi mayoría de edad poética, y para celebrarlo, retomo con temblor este blog, porque me he dado cuenta de que necesito un sorbito de prosa poética en mi vida.
No prometo constancia, no prometo nada más que volver a intentarlo. Cuántas veces he tenido, volviendo a casa a través de las calles invernales o en el mismo autobús, intuiciones de ésas que merecen ser plasmadas en alguna parte. Este es el lugar, este es mi lugar.
Y sé que al menos dos o tres, me estabais esperando.
9 comentarios:
Me alegra verte de vuelta. Un abrazo :*
Yo también estoy contenta de tu vuelta. Y deseosa de leerte. Kisses
Ohhh, que bien
Ohhh, que bien
Aunque media leva se repite ya somos cuatro de momento
Bienvenida de vuelta! Me alegro.
Gracias gracias y gracias, hoy intentaré sacar un rato por la tarde para reavivar esto.
Seis!
¡Qué bueno que vuelvas!
María.
Cuánto me alegro. Un día para marcar con una piedra blanca, como decía el Quijote.
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