Había decidido no publicar poemas en el blog mientras no terminara mi cuarto poemario, "La llave dorada"... pero como ya lo he acabado y Don Enrique Monasterio me pedía un poema, que ha publicado en su blog, lo subo yo también.
Normalmente, cuando un libro se termina de escribir, el autor "se queda seco", y tarda en coger de nuevo la pluma un cierto tiempo prudencial, al menos a mí solía ocurrirme eso. Pero este poema me ha salido del tirón, por lo que mi primer arrebato ha sido desconfiar, pensar que no es bueno.
De cualquier modo, como Don Henry lo ha publicado, ya no tiene remedio: aquí os lo dejo. Intenta "circular" en torno a ese precioso versículo del Credo: Dios de Dios, Luz de Luz.
Luz de
Luz
Debajo
del paraguas y a través
de la
lluvia que lanzas con mesura
solo veo
tu Luz: la más barroca
y la más
despeinada, la sublime
y
diminuta luz brillando sola
en una
catedral, y en el supermercado
esa luz
que me trae el pan contigo."
6 comentarios:
Aplauso primero ¡bravo!
Aplauso segundo ¡ Megabravo !
Me apunto el tercero!
María.
¡Gracias!
Eres genial!!
ANONIMO CON MAYUSCULAS
Genial y conmovedora, como siempre!
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