Los regalos que nunca olvidaré, esa cocinita de madera o el triunfante Ipod que se me había roto, se congregan como leyendas de comic en el balcón, en plena noche de Reyes, cuando pasa Baltasar por la calle y todos gritamos "¡aquí, arriba!", y el Rey Negro alza la cabeza y nos ve, muertos de frío y de ilusión en la terraza del primero, y saluda, saluda y saluda en un momento interminable.
Recuerdo mis siete años, cuando la vida era para mí un juguete que había que destripar, y me lanzaba a la tarea de investigación armada de tijeras y papel celo. Siempre necesitaba más celo, y como era niña lo decía así: "necesito celo". Y aquella mañana el salón, como un fogonazo de luz, estaba lleno de juguetes que rodeaban un pequeño paquete redondo. "Sabemos que necesitas celo", decía la tarjeta roja y dorada.
El carricoche con aquella mantita, que luego descubrí que era una servilleta de cuadros, en la que habían bordado el nombre de mi muñeca: Maite. Aquel abrigo en tonos rosas y naranjas, salmón dice mi madre, que me regalaron hace quince años y sigo usando todavía. La cadena larga y plateada terminada en una esfera, como bola del mundo, que mis amigos definieron como colgante erótico y no me atreví a utilizar de nuevo.
Un racimo de regalos luminosos se agolpan en una sola noche y resumen en un cortometraje mis treinta años. Ayer recibí un bolso de charol verde botella, grande, tipo shopping bag; un colgante de plata en forma de espiral o de sombrero mejicano, según se mire; un libro y dos cuadernos forrados de tela, calcetines marrones, una pulsera de plumas y un jabón con olor antiguo para poner sobre la ropa, entre las baldas: así, al abrir mi armario, todo huele a tocador de la abuela.
Hoy he visitado Castroviejo, por última vez en estas fiestas, y con el dinero de mi tía Carmen he comprado Armaddale, de Wilkie Collins, y el Diario de Adán y Eva, de Mark Twain.
7 comentarios:
Ro, perdona que sea tan puntilloso, pero mejor pon el jabón entre las baldas, con b. ¿Vale?
Wow!!! que de regalitos ... atando cabos, diría que fueron Melchor o Gaspar mientras Baltasar os distraía ;)
Mi día de Reyes due algo mas trágico algo así como cama-wc-sofá, los virus que nunca cojo, pues esos mismos.
Buenos regalos, habrás sido muy buena, Rocio. Y el Diario de Adán y Eva, de lo mejor que hay.
"cuando la vida era para mí un juguete que había que destripar"...¿pero no lo sigue siendo?.
En mi casa los reyes llegaban el día 25 de diciembre y este año les pedimos en la carta que vinieran el día 1 de enero. Como son magos...
Benita
FELICES REYES CON RETRASO! :)
Glups. Anónimo, ya lo he cambiado, ¡fue un lapsus! Y perdona que sea tan puntillosa, pero mejor me dices tu nombre y así podemos hablar más a gusto...
Koizumi, pffff... sssí, puede que fueran M y G, pero B también debió participar. Máster en nubes, ¡tengo unas ganas de empezarlo...! Pero estoy a mitad de la piedra lunar y enganchadísima.
Benita ¡eso es trampa!
Y sí, la vida aún es un juguete que destripar, pero porque lo pienso así, lo analizo y lo digo: de pequeña lo era sin más, sin necesidad de pensar tanto...
Eso es que has sido muy buena! Mira, tal y como me pediste hace tiempo, salgo del anonimato. Feliz año, bonita.
BUf, qué chulo... qué bonito los recuerdos... tienes que haber sido muy feliz de pequeña... sobre todo en Navidad... me alegro... también me alegro de que hayas recibido muchos regalitos... que los disfrutes... besos...
Publicar un comentario