Este es un inefable vocablo que ha inventado hoy el poeta portugués Fernando Do Vale. Hemos cruzado varios mails (o emails) hablando de poesía, intercambiando poemas, corrigiéndonos y admirándonos, como hacíamos cuando yo vivía en Sevilla... Han sido días de reconcentración poética en pocas palabras y con archivos adjuntos..., en lo que Fernando ha bautizado también como "nuestros encuentros de otoño digitales".
Nadie diga que es frío el correo electrónico, si no son frías las palabras que navegan por él. Las palabras son chimeneas, y hasta una chimenea puede plegarse como un sobre y mandarse por correo electrónico. ¿Por qué, si no, podemos llamarle al diálogo cibernético "fuego cruzado"?
"Fuego cruzado", qué bueno.
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