El aire cada vez más azul, frío por las mañanas, frío con sol en el mediodía, malva brillante al anochecer.
Sevilla en los primeros días de la primavera es un caótico reino de palmeras y azahar. El aire cada vez más azul huele al calor primero, ése que trae un viento diminuto y que despoja abrigos por primera vez. El aire saturado de aromas, jazmín en una esquina, fruta cítrica y flor casi podrida en la otra, nos revuelve el pelo. El cabello en el viento se esparece, desleído en los perfumes de la primavera.
Naranjos en mi pelo... guitarras, recitales, lo que ya no es. "Lo no me comunica sus virtudes", diría Cirlot. Lo no siempre es hermoso, pero inconstante. La Rioja me devuelve otros aromas.
Hola, he estado en Sevilla en primavera y me encanta, besos
ResponderEliminarqué bonito! tienes que escribir también sobre la primavera en logroño
ResponderEliminarEso, eso, queremos saber a qué huele La Rioja... A vino supongo :)
ResponderEliminarMe encanta, me encanta, me encanta tu blog. He leído la sección sobre la tesis, 2007, y un pedacito de mi condición de pija asoma con timidez cobijada por tus letras. Estoy haciendo la tesis e, igual que tú en su momento, me siento agobiada, un tanto insatisfecha, insegura de estar haciéndolo bien. Asustada.
ResponderEliminarGracias por compartir de esta manera tan rotunda tu pasión por la literatura. Por la vida.
Un abrazo.
Alba
Alba, gracias, gracias, gracias por tu comment.
ResponderEliminarEstoy un poco en baja inspiración con el blog y me has animado a seguir.
Un consejo: disfruta del momento que vives. Lo que hoy tanto te agobia será lo que añores mañana: no lo desperdicies. La tesis puede ser muy inspiradora. Yo echo de menos ese tiempo del que hablas.