lunes, diciembre 13, 2010

El ego sum empírico (la alegre tropa)

Dentro de 3 días cumpliré 33 años. Me gusta el número tres. Este post está dedicado a tres bellos personajes: Lord Scutum, Fernando do Vale y Témporis.
Anoche organicé en casa una merienda recital con motivo de mi cumpleaños: un recital privado con el "núcleo duro" del grupo Númenor para declamar nuestros últimos poemas, y como estrella invitada, Lord Scutum, que desde el principio de las veladas poéticas en mi casa (marzo del 2000), ha amenizado la noche con sus aforismos geniales.

Desafortunadamente, Beades y Alejandro Martín Navarro no pudieron asistir, y Joaquín Moreno tuvo que marcharse pronto... Pero al final quedó un pequeño cenáculo: Pablo Moreno, Paco Gallardo y Lord Scutum entre ceniceros, papeles y ginebra, el verso chispeante y el tequila centelleando en las copas. Era una botella de color caramelo llamada "corazón partido", con un licor ambarino que pegaba fuerte en la garganta pero luego tenía cierta dulzura y una cogorza suavísima, melopea lírica. La sangre no llegó al río. Fluyeron los poemas: Paco y Pablo tienen sendos libros inéditos, ignotas joyas que fueron parcialmente desveladas esa noche.

Me regalaron una botella azul de Bombay Saphire que presidía la salmodia, unos bombones blancos y unos pendientes celtas, que Lord Scutum me compró en Irlanda, allá por el dos mil cuatro, luego extravió y ahora ha reencontrado. Tienen un triskell sobre dorado: son el símbolo exacto del número 33.
Pero lo mejorcito que trajo Lord Scutum consigo fue un poema de su propiedad, el único que ha escrito, en endecasílabos casi perfectos: "yo es que al leer tu libro me dije: los poemas de Rocío tiene una música, voy a seguirla". Me suelta esa frase genial con aire tímido y entrecortado. Casi me lo como.

El poema Lordescutiano dice así:


VIDA SIN MÍ

El ego sum empírico mi vida
con enamoramientos inconclusos
noctámbulos periodos sin fisuras
multívocos fragmentos irreales
de indecisiones pánicos y bríos

se rasga más completa de puntillas
mirándote de cerca con los brazos
abiertos Cristo identificatorio
por tu misericordia permanente

brillantes excepciones hoy me inician
a ser yo de verdad como yo soy
solo ante ti quizás sin los disfraces
ni los espejos que reflejan nada
sólo artificios de quien quise ser

ausente erradicado un tanto iluso
fragmento de una vida sin sentido
sin ti me anulo desenamorado
dándome igual mi lepra mi camino
mi irregular respeto de mí mismo
mi interpretar a solas este mundo

A mí me parece un poema estupendo, tal vez un tanto sobrecargado de discurso como su propio autor. Lo único que creo que necesita una nota del editor (un asterisco, diría aquí Beades el Torrente) es lo del "Cristo identificatorio". Resulta que Lord Scutum es un bohemio de penumbra litúrgica, un auténtico hedonista cristiano, y piensa que sólo Jesucristo es el que nos puede revelar a cada uno nuestra verdadera identidad. Ahí queda eso. Y el poema fue escrito y leído fervorosamente no bajo los efluvios de sacristía rancia, sino entre brindis sacros de ginebra: ¡Toma ya!

7 comentarios:

  1. Querida Adaldrida: MIL FELICITACIONES por adelantado. Espero que en el día de tu cumpleaños estés muy regalada y que este nuevo año de vida esté lleno de éxitos y bendiciones. Un abrazo gigante, Claudia

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  2. Vaya celebración original y bonita!! Bueno, yo ya estoy preparando un post cumpleañero dedicado (aunque me quedaré en calzas en comparación con tus poetas jajaja)...espero que me cuentes pronto lo bien que se está en los 33, que a mi me faltan meses ;) BESOS!

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  3. Tu música, sí; y un tono Vallejo, ¿no? Ambos suenan bastante bien. Y empieza la cuenta atrás para las felicitaciones...

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  4. Muchas felicidades, añadida tú tqambién al reader ;)

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  5. Felicidades, Adaldrida.

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  6. nuestra verdadera identidad...será "Nuestro nombre en las piedras", en Sus piedras...
    (no he podido resistirlo :)

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