By Candelight: a la luz de la vela. Nombre romántico, inspirador y muy invernal. Lo veis en la foto: se trata de un tono marfil dorado, cálido y con un importante subtono melocotón suave. Aporta un halo de luz dorada y pálida al mismo tiempo. Te regala el look de mejillas navideñas. parece que acabas de abrir los regalos que había bajo el abeto, al lado de la chimenea.
Pocos minutos después, una comentarista me dice: "Que peligro tiene esto de que un poti te lo describa una poetisa. Suena todo tan requetebonito que te dan ganas de correr al stand!" Y, tan sólo porque ella me ha llamado poeta, vuelvo a sentirme poeta otra vez, por encima de la pertinaz sequía.
Estoy en la calle Sierpes. Voy sorteando escaparates llenos de luz, al encuentro de la Belleza. La librería abierta, la gente merodeando impaciente, esperando el comienzo del recital. De repente me envuelve una bruma de casi invierno, promesa de diciembre: el primer puesto de castañas se vislumbra como un fogonazo, una nube blanca de carbón negro. Y, de fondo, suenan violines: una polaca con mejillas rojas hace sonar con fuerza una delicada música. Y va a comenzar la presentación de La memoria frágil, de José María Jurado.
Entramos, y suena la poesía. Esa que, según el autor, es a la vez "el enigma y la llave del enigma".
Tu tienes que sentirte poeta siempre! Besos!
ResponderEliminarGracias, Rocío, me encantó que vinieras.
ResponderEliminarenvidia de no poder ir!!!pero...no sé si desgraciada o afortunadamente YO ví el primer puesto de castañas en septiembre...el otoño retrocede, a este paso amenaza con desaparecer.
ResponderEliminarHermosa entrada
ResponderEliminarllena de música, de poesía, umm ...
Poetisa.
besos.