Los sábados se hicieron para las librerías. Cruzas la calle pensando en poemarios mientras el aire te recibe con "los grados justos/ para salir sin el abrigo". ¿Tienen algo de Chesterton, por favor? ¿Seix barral, Antonio Gala? No hombre no: Joseph Pearce. Hombre y mito, escritores conversos. El hombre se sonríe de medio lado. Tú como siempre. Sí.
Encuentro unos cuadernitos perfectos para el bolso, rayados y en azul marino. Moleskine, los legendarios cuadernos que usaban Hemingway y Picasso.
Últimamente me ha dado fuerte por el color azul, que ya me gustaba en sus tonalidades agua, lavanda, turquesa y noche, pero ahora prefiero en tono marinero y azul gastado, dénim lavado o navy. El turquesa es un color muy versátil, según el matiz me entusiasma o me horroriza, puede ser un brocado en un palacio francés o un collar de cuentas de plástico del bazar chino. Qué horror, tendré que tomarme la temperatura al llegar a casa, pienso cosas muy raras.
Y todo eso mientras pago el moleskine, cuatro noventa. No, yo no es por Hemingway ni mucho menos por Picasso, es que tiene el tamaño perfecto, y luego el nombre que es muy chic, tener un Moleskine me acerca un poco a Carrie Bradshaw en sus días de gloria.
En la acera hay naranjos, estamos en Sevilla. Huelen a calor sin hacer calor aún, por eso me gusta tanto el mes de marzo. Huelen a colonia de Guerlain, mandarina y albahaca, a barra de labios flash´n dance, que en la página web americana de Mac se describe como intense tangerine with pink pearl.
El naranja y el rosa fuerte se unen en mi mente como un grito de alegría, y me apetece de pronto ir al parque, comprar un par de globos y beber fanta de naranja bajo un toldo de rayas azules y blancas, mientra leo a Wislawa Szymborska.
Yo me he hido a por la literatura infantil. Me pierden sus ilustraciones! Una frivolidad o quizás no tanto. Mi paseo ha sido por un parque con almendros, con olor a almendro, sin Moleskin pero con un "fosforito". He decorado el último número de una revista universitaria. Un gusto de sábado!
ResponderEliminarOH! Qué bien suena Sevilla en Marzo. En Santander llueve a cántaros hoy...
ResponderEliminarOtro paisaje el del norte, también con su encanto pero no el de Sevilla...
¡¡¡Se acabó la sequía, yujuuuuu!!!
ResponderEliminarDos anotaciones:
ResponderEliminar1- Para "A tiza y papel": "hido" es sin h: ido
2- Para Adaldrida: ¿La Moleskine no es negra? La genuina, la original, no es azul, sino negra, ¿no?
Pues aquí está el día nuboso, hace frio -corre un viento polar-, ando con gripe y enfadado no sé muy bien por qué motivos (o sí que lo sé y no quiero ni verlo).
ResponderEliminarMe encanta Szymborska. Lástima no entender ni jota de polaco.
Sí, ¡es ido! Y las moleskine tradiconales son negras, pero ahora las han sacado en varios colores. Néstor: yo también estoy enfadada y sé muy bien por que, ay...
ResponderEliminarA ver, a los ayayays, A las penas puñalás. Por otra parte, los molesquines son un poco de pijofaxions. Por aquí (ay), son lo má spara los gafapastas de la Central, que tiene los libros guarros y chupados, Yo soy más de libreta de espiral y cuadritos, de bloc, vamos, y myormente mejor si son comprados en un quiosco-papelería de Atocha que no tienen nada de especial, salvo que es ese.
ResponderEliminarEl azul me aburre, pero sus tonos me agradan.
Gracias, anónimo! Debe ser que por mi tierra no se utiliza casi nunca el pretérito perfecto y en cambio muy habitualmente el indefinido. Y el subconsciente, ya sabes. (Eh, Rocío, corrígelo, anda, que queda de pena, guapa)
ResponderEliminarQuédate tranquil@. Creo que me lo sé...(no soy de la LOGSE!)
Mi Moleskine es verde manzana y romana, encima! Un capricho que no uso, he de decir.
¿Sevilla huele ya a Semana Santa? Este año, con mucha pena, me la pierdo.Me has dado envidia, voy a comprarme una moleskine.
ResponderEliminarLa calle que fue tuya por dos años
ResponderEliminarla tienes tú como quien guarda un lirio.
No se han secado en tu cajón sus hojas
y su luz es la misma que desciende
sobre esta plaza nueva que es tu vida,
por esta dilatada arquitectura
que habitan jacarandas y naranjos,
maquillaje de sol, y librerías.
Algunas tardes si me siento triste
pienso en la calle que fue tuya un tiempo,
que nuca he visto, y que me reconforta.
¡¡¡GU-A-U!!! ¡Gracias gracias gracias, Beades!
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