En sólo cinco días estaré de regreso. Digo Sevilla y pienso en sol y palmeras, y en Nico en mi piscina azul diciendo, "esta isla es mía". Y, como en distintos flashes rapidísimos, superpuestos, Nico en mi balcón con una vela, Fernando do Vale con ceniceros, Merl con un vestido rojo. Flores rojas, banda sonora de verano. Cris en la calle Sierpes conmigo, buscando la casa de Bécquer y el Cristo del Gran Poder, y la calle laberinto que comienza en un hotel decimonónico.
Pienso en la calle Cuna con su olor a pizza y a jabones, y en la heladería Rayas, con su helado sabor a nocciolosa, y en la misa de una y media en los Estudiantes, donde este año llovía.
Todo lo pienso aquí, sabiendo que lo tendré: paraíso de la semana que viene. Por eso comienzo a añorar Pampaluna, lo que se va, lo que estoy perdiendo con cada mirada, cada árbol, cada gota de lluvia.
¡Pero qué ganas de verte!
ResponderEliminarA mí se me agudiza la añoranza de Sevilla con tu entrada y ese paseo por Sierpes en tan buena compañía. Y tantas, tantas cosas "que sólo tiene Sevilla"... a Pampaluna ya volverás, y seguro que te espera la lluvia.
ResponderEliminarcorrespondí. Puse un link en el blog, con permiso, claro
ResponderEliminarTodos me elogian, cantan mis glorias, ríen mis gracias, rezan mis rezos... Lloran conmigo cuando me pongo sensible y me miran el ombligo. ¡Cuánto me gusta que me miren el ombligo! Gracias, Rocío, por este empate emocional (1-1) con Pampaluna, como en una final imposible de copa del Rey de la poesía. ¡Golassso!
ResponderEliminarComprendo que en la enumeración sevillano-personal no aparezca yo, por una vez, para ceder el sitio a otros un ratito. ¡qué tolerante soy!
ResponderEliminarUy, qué celoso... Ro, di algo al fermoso caballero (con permiso de la señora de Beades).
ResponderEliminarMe gusta, claro. Y mucho lo de la calle laberinto, ¿a qué te refieres? Está muy bien tener dos paraísos, y así desear volver al que dejas para luego desear el otro...
ResponderEliminarAunque no soy de sevilla, al escuchar el video que te adjunto, se me ponen los pelos de punta....
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=gkCwqURURao
No tiene desperdicio...
Beades, iba a hablar de tu guitarra, tu piano eléctrico y los conciertos en el Urbano, pero eso se merece entrada aparte. Carlos,me refiero a la calle Morgado, creo recordar, se entra por Amor de Dios (volvíamos de Conde de Barajas), y es una calle en forma de ese, con un recodo de hotel decimonónico. Creo recordar...
ResponderEliminarPues el caso es que leyéndote, casi añoro esa Sevilla tuya...
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