Todos los amantes tienen una fecha recóndita. Todos los soñadores tienen una edad mágica. Y los calderonianos tenemos un momento en el que el severo dramaturgo nos hechizó. Detrás de cada esquina surge una historia: en una tarde de sexto de EGB se alzó dentro de mí el ansia de leer y me inicié con el alcalde de Zalamea.
El profesor Lapesa me gana por dos años. Este Lapesa me lo hizo pasar realmente mal en la carrera, con su manual de gramática histórica, y hoy ha saldado su deuda secreta conmigo al regalarme una deliciosa ponencia sobre la lengua de Calderón. En el comienzo cuenta que, cuando tenía nueve años, cayó en sus manos La vida es sueño, en un librito "impreso con tinta cárdena". Lo leyó de tal manera que sus padres le regalaron un teatrillo de juguete, "con dos decorados, de selva y de palacio". O sea, a propósito para una comedia cortesana. Qué envidia.
De un teatro de cartón nace una carrera de filólogo. De siete barbies y un solo Ken nace una vocación poética. Todo se mezcla como en aquella tarde de playa, tras un recital para estudiantes, cuando por no tener traje de baño me lancé al mar vestida, y una niña me preguntó: ¿Te bañas vestida porque eres poeta, verdad?
¿Descubrió esa niña que poetisa también era ella?
ResponderEliminarGenial, Rocío. Genial.
ResponderEliminarno puede ser
ResponderEliminaresa niña, como dicen mas arriba, también era, y seguramente hoy seguirá siendo, poeta, y adivina, o visionaria, porque vió en muestra (al menos mía) Rocio esa vena de bendita locura que ya entonces le hacía pegarle pellizcos a la aburrida cotidianeidad
ya por aquellos otroras Arana era genial
recuerdo, hace tanto, la primera vez que la vi, o mejor que la miré....ella ya me estaba mirando, desde abajo, sonriendo con los ojos, traspasándome las entendederas.
genial, como siempre
A ver si la niña era un ángel anunciador, que ya sabemos desde San Agustín que a ellos les encanta la playa...
ResponderEliminarMe encantan las conjeturas... Gracias a nodisparenalpianista y a Carlos. Enrique es un visionario genial, así que no me sorprende. Y Toi (¿me equivoco?), esto pasóhace meses, o sea que la niña sigue en sus onces y yo sigo siendo poeta... Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarDesde luego, la explicación de la niña no tiene desperdicio, ni tu entrada, como es habitual.
ResponderEliminarQué final de entrada más maravilloso... No suelo escribir comentarios nunca, pero esta vez lo tenía que decir! ;)
ResponderEliminarPreciosa entrada.
ResponderEliminarcariño, tú nunca te esquivocas (la ese es intencionada, díseselo, que es así como debe pronunciarse en realidad)
ResponderEliminarmaiquez siempre pone unos excelentes puntos sonre preciosas ies.