Por los rayos dorados de junio camino ahora mismo. Bajo sus rayos azules, dejándome inundar. Mañanas plenas, tardes lentas.
Todo sonríe abierto, luminoso, el sol calienta sin herir. La tierra exhala una virilidad recia y encantadora... Y todas las cosas guardan tu nombre y me lo dicen al pasar. Todo me habla de amor y del Amor. Para Él trabajan de incógnito todos los amores, dijo Ibáñez Langlois.
El mundo es para los enamorados, que lo ven con más amor y por tanto con más ojos.
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