No bastan las imágenes del Niño Jesús heredado de mi abuela Cecilia, rodado de frutas de mármol romano, conchas gallegas o espumillón dorado, no...
Tampoco basta el Belén que pongo en mi casa de Logroño, heredado de mi otra abuela (aún en vida), completado en mercadillos de artesanía y repleto de musgo de nuestra finca en Maestu...
Así que ayer, recién comenzadas las vacaciones, se me vino a la cabeza algo que parecía el primer cuarteto de un soneto..., y acabé por sacarlo adelante, mal que bien:
Un Niño
Un niño: balbuceos y pañales.
Gorjeos, juegos, llantos, risotadas
y noches sin dormir, alimentadas
por sueños y bostezos a raudales.
Sudores, prisas, ayes, alegrías
y esforzados "no llego", sonajeros
rotos, la leche tibia y el "te quiero"
reconvertido en un "te comería"...
Eso fuiste también. Se nos olvida
lo normal y sencillo que fue todo,
cómo lo cotidiano siempre brilla.
Quisiste ser pequeño, y en la herida
luminosa del barro, casi lodo,
iluminas, secreto, nuestra vida.
(Rocío Arana, inédito)
¡Feliz Navidad a todos mis lectores, a todas mis lectoras!
¡Madre mía!
ResponderEliminar¡Feliz Navidad! Precioso ese soneto, me encanta, un niño deslumbrante.
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