Últimamente no escribo mucha prosa, quizás porque estoy totalmente volcada en mi próximo poemario. Tengo ya 21 poemas y me he hecho el firme propósito de no publicar ninguno de los nuevos en este espacio... pero Kloster me pidió permiso para publicar uno en Pensar por libre, y se lo di: aquí está.
Ha elegido un poema llamado "La duda" que en realidad trata de la sonrisa y que no me convencía demasiado, pero que luego al enseñárselo a Miguel d´Ors me dijo que era de los mejores del nuevo libro..., así que Kloster tiene decididamente buen gusto.
En estos momentos de puzzle y albañilería métrica, de ilusión sin medida por un nuevo proyecto, resurgen los amigos de largas conversaciones por teléfono. Merl escribió un poema llamado Versos telefónicos que tuvo a bien dedicarme (con orgullo y casi rubor lo digo), y que terminaba diciendo:
"...Esa conversación
debería durar toda la vida".
Versos a media voz con hilo de por medio. Beades, Pablo Moreno, Enrique García-Máiquez, Carmelo Guillén Acosta, la misma Merl, Jose Julio cabanillas... ¡Miguel d´Ors!
Y hoy, que tres chicas han venido de Pampaluna solo para hablar conmigo, porque una de ellas regresa a Colombia y quería conocer a la menor de los poetas "de Númenor", me asomo a esta ventana medio cerrada, con chimenea apagada ya por culpa del calor... para dar gracias de nuevo, que una vida entera no basta.
Ha elegido un poema llamado "La duda" que en realidad trata de la sonrisa y que no me convencía demasiado, pero que luego al enseñárselo a Miguel d´Ors me dijo que era de los mejores del nuevo libro..., así que Kloster tiene decididamente buen gusto.
En estos momentos de puzzle y albañilería métrica, de ilusión sin medida por un nuevo proyecto, resurgen los amigos de largas conversaciones por teléfono. Merl escribió un poema llamado Versos telefónicos que tuvo a bien dedicarme (con orgullo y casi rubor lo digo), y que terminaba diciendo:
"...Esa conversación
debería durar toda la vida".
Versos a media voz con hilo de por medio. Beades, Pablo Moreno, Enrique García-Máiquez, Carmelo Guillén Acosta, la misma Merl, Jose Julio cabanillas... ¡Miguel d´Ors!
Y hoy, que tres chicas han venido de Pampaluna solo para hablar conmigo, porque una de ellas regresa a Colombia y quería conocer a la menor de los poetas "de Númenor", me asomo a esta ventana medio cerrada, con chimenea apagada ya por culpa del calor... para dar gracias de nuevo, que una vida entera no basta.
A mí también me gusta asomarme aquí, mi niña, y envolverme con tu ternura y tu forma de escribir.
ResponderEliminarMe ha encantado el poema, es igual de bonito que la sonrisa que siempre encuentro en tu cara.
Un beso grande.
Me ha gustad mucho,gracias.
ResponderEliminarY hablando de d'Ors: ¿te empieza a pasar lo de "Es lo que llaman gloria"?
Puffff Miguel, me queda muuucho para sentir eso. Gracias por pasar por aquí.
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