Encontré esta viñeta en el blog de Morgan, "No sin mis labiales"... Ella la colgó a la vuelta del verano, pero a mí me cuesta mucho más volver de las Navidades.
Diréis que estoy muy silenciosa... y tendréis razón. Durante la primera semana de enero disfruté en silencio de mi felicidad navideña, y en la segunda semana del mismo mes estoy reponiéndome, en silencio también, del desierto emocional que supone el fin de las vacaciones... ayayay.
Sin embargo hay luces que brillan y me consuelan: el conjunto de tres relatos de Edith Wharton que compré en Castroviejo, y cuya lectura me llena de una alegría soleada. El precioso librito de Irene Nemirovsky que me regalaron los Reyes Magos, y cuya lectura me llena de una rara alegría oscura. Y este post de Enrique García-Máiquez que no puedo dejar de leer, y cuya lectura me llena de una alegría... épica.
jajaja Es buenísima la viñeta! Te mando otra de ese estilo, verás! BESOS!
ResponderEliminarGracias por invitarme a tu fiesta privada. Qué bien se está ahí y encima se conoce a gente interesante como la Wharton y la Nemirovsky, umm.
ResponderEliminarNi tú puedes dejar de leerlo ni tus lectores de seguir tu recomendación. Acabo de ver en mis estadísticas que me "prestas" muchísimos visitantes. Gracias, Llir.
ResponderEliminarEs buenísima la viñeta. Y la entrada de Enrique. Y la tuya.
ResponderEliminarEsta viñeta me deja pensando
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