He terminado de leer Retorno a Brideshead. Es un libro extraño.
Comencé a hojearlo en un tren, hace unos meses. Todos me decían que era muy bueno, y en principio tenía todos los ingredientes para que me gustara. Autor inglés, como Jane Austen, Wilkie Collins, Wilde, Newman, C.S. Lewis, Chesterton. Novela escrita en primera persona. Me entusiasman las autobiografías, y un relato en primera persona se le parece. Un relato ambientado, al menos la primera parte, en Oxford. Todo decía que sí, en aquella tarde de tren en la que abrí el libro y me quedé dormida sin llegar a la novena página.
Hace unos días decidí regresar, y esta vez para siempre. La atmósfera de Brideshead me envolvió. Hubo un momento de delirium tremens literario, en el que creí estar leyendo Los pasos perdidos de Alejo Carpentier. Qué extraordinario. Cuando Charles vuelve de la América intrincada y retoma con su mujer una relación frívola, agradable, herida de muerte. ¿Me pongo la cara de dormir?, pregunta Lady Celia. Todas las mujeres sabemos qué significa eso. Desmaquillarnos frente al espejo, untar nuestra cara de crema y acostarnos luego embadurnadas en la cama compartida. Qué desagradable tiene que ser para el marido.
Leí y me cautivó lo que leía, pero aquello seguía siendo un libro extraño. Porque me habían dicho que su tema central era la Gracia divina, y yo no veía este asunto por ninguna parte. Más bien veía una visión tremendamente negativa del catolicismo en él. La religión ha hecho desgraciados a sus personajes: Lady Marchmain, santa sin la chispa de la santidad. Hierática y severa. Bridey, que quiere ser cura pero tampoco tiene vocación.
Y, sin embargo, al final la obra pasa de ser una autobiografía a ser una novela de Misterio, y vemos cómo nada era lo que parecía. Cómo Sebastian y Julia son los seres más sobrenaturales de la familia, cómo pertenecen secretamente a Dios, que respeta su libertad pero les espera detrás de cada esquina, cuando quieras volver, vuelve.
Y ahora que venga Enrique García-Máiquez y nos recuerde la larga discusión que hubo en su blog sobre el final del libro. Y la proseguimos, que nos gusta mucho.
ResponderEliminarAhí está la Gracia, Rocío. Lady Marchmain y Bridey no han sido tocados por la Gracia pese a ser católicos, por eso están "ciegos". Julia, por ejemplo, sí es receptora de Gracia.
ResponderEliminarLa Gracia es un don que Dios nos da para que podamos acercarnos a Él. No todo el mundo lo recibe en la misma medida.
Adoro esta obra y la serie. la película no la quiero ver para no romper el impacto que el libro y la serie han tenido en mi vida. Vaugh es converso como yo y me siento muy identificada con ciertos enfoques, por eso es especial para mí.
Rocío, tienes que ver el Beauty Powder Enough said de la colección red she said. Es como un luster más amarillento.
Anónima, respeto a los anónimos aunque me dan miedito (no es tu caso), porque muchas veces son valientes trolls, mordaces y soeces. Otras veces están en desacuerdo o me reprochan algo y entonces no me dan miedito pero sí un poco de rabia porque no se identifiquen, aunque supongo que tienen todo el derecho a ser anónimos.
ResponderEliminarPero es que lo tuyo me ha picado... ¿quién es este anónimo que me habla de la Gracia, de literatura y de Mac y Nars al mismo tiempo? Se ve que amas todo lo que yo amo (por este orden, además), y por eso me encantaría que firmases con tu nombre.
Beades, ya la he leído. Muy sugestiva.
Mi artículo del miércoles es sobre la película desgraciada/mente. Qué bien oír hablar del libro y de la serie, y qué honor que el ocupado Beades (poeta, crítico, músico, fotógrafo, marido ejemplar, tipógrafo) se acuerde de aquella vieja discusión.
ResponderEliminarRocío, estoy de acuerdo contigo en que la novela es extraña. Nada se le da de antemano al lector. Y el tema de la Gracia aparece muy velado. Cuando la leí hace unos años, no experimenté la misma pasión con que vi la serie por primera vez en la década de los ochenta. Como "anónimo", no creo que vaya al cine a ver la película: estoy convencido de que saldré decepcionado. He visto un avance y creo que se incide en exceso en el triángulo "amoroso" entre Charles, Julia y Sebastian. Todo un poco "a la moda" homosexual.
ResponderEliminarPor cierto, para novela sobre la Gracia ya tenemos el "Diario de un cura rural".
Aunque desvirtue el tema, para nada es desagradable para el marido esperar a que la señora se ponga la cara de dormir. ¿Lo calentita que está la cama cuando llegas? Y ese besito de buenas noches, con un "hueles a bebe", para mi es maravilloso. Otro tema es el del libro porque si la relación es una castaña, todo a su alrededor lo es.
ResponderEliminarYo también tengo curiosidad :)
Cuánto me alegro, Rocío, de que hayas leído Retorno y de que hayas vuelto a Brideshead para quedarte. Ahora, si no la has visto, tienes que ver la magnífica serie. Yo, como anónima, tampoco quiero ver la película. Hasta pronto.
ResponderEliminarGracias por regresar a mi blog.
ResponderEliminarYo creo que tanto Lady Marchmain como Bridey sí que han sido tocados con la gracia (hay que recordar lo que dice Julia sobre su madre cargando con el peso de los pecados de sus hijos), otro tema es que tengan graves defectos, pero a mí me caen los dos muy bien, a pesar de todo.
ResponderEliminarRecuerdo que me gustó, pero no recuerdo nada más.
ResponderEliminarTengo que volver a leerlo y, por supuesto, no voy a ir a ver la película. O si voy a verla, tendré que hacer un ejercicio mental de pensar que no tiene nada que ver con el libro. No creo que merezca el esfuerzo.
No he leído "Retorno a Brideshead", ni por ahora voy a hacerlo. Me gusta tenerlo por leer, sabiendo que me va a entusiasmar. Sé donde está, y de vez en cuando me quedo mirando su pasta tentadora, y lo vuelvo a colocar en su sitio.
ResponderEliminarDaría algo por no haber leído "El Señor de los Anillos", sólo por el inmenso placer que me volvería a dar leerlo por primera vez.
Trancos
La leí hace mucho tiempo y sé que me encantó, pero no recuerdo lo suficiente para comentarla. La releeré.
ResponderEliminar¿Alguien sabe como puedo conseguir la serie? Tengo mucho interes y la he buscado por todos lados sin exito
ARP, me gusta tu punto de vista.
ResponderEliminarTrancos, mmmm... ¡ese nombre! Conozco la sensación "ojalá pudiera leerlo por primera vez". Me lo dijeron a mí cuando la leí por vez primera, "qué suerte tienes..." Aunque ya no soy tan friki de ESDLA, me refiero a que hay muuuuuchas cosas en literatura que me gustan tanco como Tolkien o incluso más. Pero Trancos/Aragorn sigue siendo un mito para mí, un ideal de hombre, como Mr. Knightley o Mr. Darcy.
María Jesús, ¡busca en la Fnac! Yo voy a hacerlo. Ahí encontré la serie de la BBC de Orgullo y prejuicio, ay Colin Firth, mmm...
Es curioso. De vez en cuando yo también retorno a Brideshead. Ahora releo de vez en cuando los últimos días en Oxford.
ResponderEliminarContra mundum, se dijeron.
Rocío!!! Muchísimas gracias por felicitarme ayer. Acabo de escuchar el mensaje. Que sepas que te sigo muchísimo en el blog y que nos ayudas mucho con tus reflexiones (incluidas las lecciones de maquillaje). Muchísimos besos.
ResponderEliminarEva (la de Javier, je, je).
Para quienes busquen la serie, yo la conseguí hace unos meses en El Corte Inglés.
ResponderEliminarYo al único que veo que no está tocado por la gracia de ningún tipo es el pobre Mr. Samgrass. Los demás, cada uno a su modo...
ResponderEliminarTampoco Rex ni, quizá, Anthony Blanche.
Rocío:
ResponderEliminarMe ha encantado este post. Se que lo escribiste hace bastante pero no me he podido resistir.
Leí retorno a Brideshead con 18 años y cuando me casé compré la serie... un tanto escéptica empecé a verla y acabé enamorada... hace 3 semanas volví a verla y me reenamoré... qué lujazo!
Lo que no te recomiendo para nada es la película. Es una adaptación tremenda y frívola. Lo único que vale la pena es la fotografía, el vestuario y el maquillaje.
Espero que veas la serie y si no la tienes... yo te la presto!
Besos,
Kitty