La ciudad me parece que está hecha de espejismos. El paraíso está en la otra esquina, una esquina que se escapa. Cuando era niña creía llegar al paraíso cuando entraba en la tienda de juguetes más próxima: "si no os hacéis como niños..." Yo ahora no pido un otoño explendente, un calor dorado y atardecido ni una boina en los días de lluvia. Sólo pido que no se esconda el tiempo pintándome puertas de trampa y cartón: si dije esta semana, esta semana debe ser. Y de vez en cuando esconderme en este cuarto con chimenea, para poder decir tonterías hermosas sin rigor alguno.
"Sólo pido que no se esconda el tiempo pintándome puertas de trampa y cartón". ¡Inmenso!
ResponderEliminarImportante etiqueta "enemigo a la vista huyamos despavoridos"... Un enemigo peligroso.
ResponderEliminarEstoy con Batiscafo. Ya te queda poco, venga, venga...
ResponderEliminarY si huele a castaña (de las de comer) mejor que mejor. Y a lluvia, claro. Buena semana!!
ResponderEliminarNo desesperes, que la tienes cogida por el pescuezo. No sabes la envidia que te tengo... ¡Cuándo diré yo esta semana debe ser!
ResponderEliminarNo desesperes, no. Y sigue diciendo cosas hermosas, te pedimos nosotros.
ResponderEliminar(por cierto, ¿no será "esplendente"?).
Nada que sea hermoso es una tontería, nada que sea hermoso carece de rigor. Así que, ¡adelante!: la belleza es el único paraíso que nos queda cuando dejamos de ser niños.
ResponderEliminarVenga, venga, me sumo a los esperanzados apremios... A los miembros de la Comisión de la Tesis Doctoral, tras la langosta, el Vega Sicilia y el Ron añejo de rigor, mantecados y turrón de chocolate Suchard... Todo sea por Calderón y poral lustrosa abrviatura Dra. que anteponer al nombre en el curriculum.
ResponderEliminarNo permitas que te adulen tanto, poquito a poco te estás o están haciédo cursi. Se mas sencilla y menos colegiala.
ResponderEliminarYo estoy por la libertad de expresión, así que permito que me adulen, como tú dices, o que me insulten, comno tú haces.
ResponderEliminarCon tu permiso, Adaldrida:
ResponderEliminarAmigo Anónimo, visto tu interés por lo cursi y tu especial sabiduría al respecto, yo te recomendaría, aunque tal vez ya lo conozcas, un librito de Francisco Silvela y Santiago Liniers, “La filocalia o arte de distinguir a los cursis de los que no lo son”. Por cierto, a pesar de la rapidez, conviene mimar (perdón si resulta cursi) un poco más a las palabras.
Adaldrida no pretendía insultarte, te sigo desde hace meses y admiro tu forma de escribir, unicamente que tienes una corte de seguidores que te adulan permanentemente escribas lo que escribas y que, como les pasa a los políticos, llega un momento en que te ciegan y te crees que todo lo que se te ocurre es bueno porque te lo alaban "ellos". Se que tengo razón cuando a la mas leve crítica has saltado para decirme que mis palabras eran un insulto. No te preocupes que no volveré a decir ni ¡muuuu! en este blog.
ResponderEliminarEn cuanto al libro que me recomienda Antonio Azuaga ni había oido hablar de él ni, por ahora, pienso leerlo.
"Sólo pido que no se esconda el tiempo pintándome puertas de trampa y cartón". ¡Cursilísimo!.
Si este comentario te parece una ofensa lo eliminas y "aquí paz y después gloria".
Como verás mi prosa no es ni mucho menos como la tuya.
Querido anónimo, no me molestan tus críticas, aunque, supongo que el día que una termina su tesis, que la tachen de cursi y de colegiala, pues no parece otra cosa que insulto. Lo que me molesta un poco es tu anonimato, pues con poner un seudónimo ya está listo, y también que pienses que mis amigos me adulen, cuando lo único que hacen es darme ánimos. Yo soy la primera que voy quitando las cosas que me parecen tonterías, porque todos escribimos tonterías, y que acepto las correcciones y más en materia poética como aquella vez... (que no sé si fuiste tú el que me corrigió el poema, ya ves, las cosas del anonimato...) Sabes, mis amigos también me exigen pero también me quieren, y ya que tu prosa es buena te sugiero que critiques sin herir, y que a una mujer nunca la llames cursi ni colegiala. Puedes decir que un poema es francamente malo o una frase cursilísima, yo lo proceso, te doy la razón y obro en consecuencia. Pero emnmiendas a la totalidad te agradecería que no. Y no soy la censura del franquismo: no voy a borrar nada a menos que me llames hideputa.
ResponderEliminarRocío, a mi me gusta lo que dices, aunque en los potingues me pierdo un poco, la verdad. Y prometo desconfío de los anónimos, como me llamo Nodisparenalpianista.
ResponderEliminarVa mira, una crítica: ¿por qué no quitas la palabra rara de las narices que hemos de escribir para que se valide el comentario??? Anda que no echo ratos intentando acertar a escribir "ffwfzebe", joer.
Yo bien quisiera, ndap, a mí también me da problemas... Pero es un seguro anti spam. ¡Gracias!
ResponderEliminarYo creo que no eres cursi, y los demás parece que tampoco, con eso basta.
ResponderEliminarLo de escribir fkljhfuijk antes de postear un comentario tiene un toque de película de ladrones, descubrir cada día que combinación abre el tesoro.
PD: Genial Carmelo Guillén hoy en el recital. Nunca lo había oído leer y me ha encantado.
1.- Tomo nota y te prometo que no haré mas enmiendas a la totalidad.
ResponderEliminar2.- Yo no te corregí el poema, no hubiera sido capaz.
3.- Gracias por lo de que mi prosa es buena, ¡me encantan los halagos!. Es broma. Un saludo.
Ro no seas tan dura con el pobre anónimo, que el pobre no tiene nombre,¿no te da pena el pobre muchacho sin nombre, como un perro callejero cualquiera que nadie quiere? ( estoy de brona señor sin nombre).
ResponderEliminarY la verdad es que sí, Rocío tiene muchos amigos que la adulamos, la mimamos, le damos besos mojados de esos que dan las abuelas, le aplaudimos, la queremos y la enaltecemos, es verdad. En este sitio que es su hogar. En la calle en el tú a tú, sus amigos le corrigen los poemas, le dicen las cosas de la manera más cariñosa posibles, la regañan cuando ahí que hacerlo, le gastan bromas, se toman cafés, algunas veces tequilas, es decir, lo que es la amistad. Que va a ser que no es sólo entrar a ver que ha escrito la Ro hoy, sino verla, por ejemplo, en un recital de Carmelo, tomar fanta naranja y montadito de gambas, hablar de las comodas impagadas de ikeas y recordarle que de amigos anda bien, y que mira. tio, la queremos ( parefraseando al poeta). Y no nos vamos a cansar de repetirselo.
Y todo esto lo digo estando de acuerdo con el señor sin nombre en lo de que no pretendía insultar a nuestra Ro, pero hijo, somos como la loba que amamantó a Romulo y Remo, defendemos lo nuestro con los colmillos.
En fin, ¡que recital!, le sube a uno el ánimo y sed va a casa como más contento, con ganas de ofrecer rios por doquier y de llamar Daf a los que amamos.
pos yo me lo perdí, qué putada!!!gracias adal por la crónica y la crónica telefónica.besos
ResponderEliminarAyer estuvimos recordando aquel memorable desayuno de jerez y tarta de café que compartimos hace un par de meses, y hoy nos han hecho llegar dos libros de Miguel d'Ors remitidos desde Sevilla... Muchas gracias. A ver si Calderón -o quien sea- te brinda una buena excusa para acercarte de nuevo por Pamplona. Ya sebes donde estamos.
ResponderEliminarHe entrado en tu blog, Rocío. Y te agradezco muchísimo que que dices del rato que pasamos en Juventudes Musicales. Por supuesto, tienes todos mis permisos para publicar, recortar, cortar y pegar mis poemas cuando quieras y como quieras, siempre.
ResponderEliminarMe encanta también tu prosa: ¡cuánto amor trae!
Gracias por dejarme entrar entre tus palabras, digo, en tu corazón.