Siguen las encuestas. El tres es un número mágico, ya saben, la Trinidad, la triada, la tierra, el hombre y yo; Tolkien, Lewis y Chesterton... Hay momentos en la vida en que un ser humano debe tomar partido entre tres opciones, por ejemplo: ¿leche entera, desnatada o semi?
Y así con todo. El tripartito gobierna los gustos a la hora del postre, pues ya se sabe que los seres humanos se dividen en tres: los amantes de la nata, los adoradores del merengue y los fanáticos de la crema pastelera. Y a la hora de encarar el trabajo existen la mente de funcionario, la mente de empresario y la de bohemio. Estas tres opciones se mezclan y se reducen a una, por ejemplo la mía: no tengo nada de empresaria, pero a la hora de pensar el futuro, cada vez más presente, oscilo entre la primera mentalidad y la última, tan contradictorias...
Luego están los de raya en medio, raya a un lado o nada de raya, y los de tortilla, huevos fritos u horror a la salmonela (verbigracia, mi padre.) O tener un hijo, dos hijos o tres hijos, (a partir del número mágico comienza la aventura...)
A los españoles nos han acostumbrado al binomio, al dualismo y al bipartidismo, pero hay muchos asuntos importantes, grandes problemas de la humanidad, que se resuelven mediante el número tres.
A mí me gusta tener mentalidad de bohemio y trabajo de funcionario. Que emprendan ellos.
ResponderEliminarSe te olvidó otra triada: maquillaje líquido, en polvo o en crema.
ResponderEliminarAplausos numerosos, en múltiplos de tres.
ResponderEliminarY ahora vengo yo y te fastidio la tríada de comentarios, bien visto lo de la España bipolar
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