viernes, abril 17, 2009

Santo Tomás

Tomás de Aquino es mi santo favorito, junto a San Juan de la Cruz, el santo poeta.
La verdad es que no me han educado en la devoción a los santos: en este tema siempre me ha gobernado una cierta austeridad de sentimientos. Y una voz interior que me decía que, donde haya un Sagrario, que se quiten hornacinas y estampitas. Para colmo de males me asustan las estatuas: prefiero mil veces un cuadro renacentista, una virgen de Rafael o Boticcelli. Siempre me horrorizó la imaginería nacional católica de frailes lampiños y corazones traspasados.
Por eso no puedo hablar de fervor sino de simpatías, y Tomás de Aquino me parece un santo muy simpático. Ya lo dije: gordo, filósofo y autor del Adorote devote, ¿qué más se puede pedir? Ignoro qué hay de realidad en la leyenda que cuenta que tuvieron que hacer para él una mesa a medida, en forma de queso gruyere con un buen agujero que encajase con su tripa como la pieza clave de un gigantesco puzzle. Ojalá sea verdad. Qué tipo tan grande, ¡chestertoniano!
En esta predilección mía hay algo de romanticismo infantil, ya que mi Santo Tomás se corresponde con el Santo Tomás de La luz apacible, la novela que me cautivó allá por mis doce años. Recuerdo que era agosto, que estaba veraneando en casa de mis abuelos y que no hacía otra cosa que no fuera beberme el libro, regateándole a la lectura sólo las comidas reglamentarias y las ocho horas de sueño que nunca he quebrantado. Un invitado que pasaba unos días allí estaba estupefacto al verme devorar semejante ladrillo sobre el santo medieval, pero es que La luz apacible es más un libro de aventuras que una hagiografía al uso... Me imagino que convertirte en santo es ya de por sí toda una aventura. Y, por si necesitaba reafirmar mis simpatías por Tomasso, va Miguel d´Ors y le llama en sus lecciones de historia "el inmenso aventurero".
Tampoco soy de las que engranan día y noche plegarias aprendidas, pero el Adorote devote siempre me ha gustado. Por eso me gustó también que don Enrique se dedicara, jueves tras jueves, a desglosar sus versos en estos comentarios que ahora yo enlazo. Grandes personalidades han comentado esta oración eucarística, pero ninguno por internet y con tanta miga "de diario". Con palabras que intentan vestir de color lo invisible: poesía, maquillaje y vida cotidiana.

15 comentarios:

  1. :d ami tambien me ha encantado conocerte!! no se, si utilizas el msn.. pero si eso, dame la dirección y te agrego! asi hablamos mas! :D

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno, Rocío. Me encanta cómo pasas del maquillaje y las cremitas perfumadas a la devoción y el Sagrario. Como en las cinco vías: de lo visible a lo espiritual, de las cosas a Dios.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo11:07 a. m.

    A mí también me gustaba el Buey Mudo cuando era estudiante. Me apunto el libro.
    Mis favoritos de toda la vida: San Hilario y San Agustín.

    ResponderEliminar
  4. Yo soy forofo de los tomases, empezando por el apóstol (que exclamó: "Pues vamos a morir con Él, ea), siguiendo por nuestro angélico aventurero y acabando con el Moro, ante el que me quito el craneo. Nadie da más que los Tomás.

    ResponderEliminar
  5. "La verdad es que no me han educado en la devoción a los santos: en este tema siempre me ha gobernado una cierta austeridad de sentimientos. Y una voz interior que me decía que, donde haya un Sagrario, que se quiten hornacinas y estampitas. Para colmo de males me asustan las estatuas: prefiero mil veces un cuadro renacentista, una virgen de Rafael o Boticcelli. Siempre me horrorizó la imaginería nacional católica de frailes lampiños y corazones traspasados.
    Por eso no puedo hablar de fervor sino de simpatías, y Tomás de Aquino me parece un santo muy simpático. "

    Grandísma Ro, este párrafo lo guardo para cuando tenga que escribir mi biografía espiritual (que titularé "Poquita cosa, pero algo es algo"). Me define tan bien, que ni siquiera me tomaré el trabajo de adaptarlo. Lo copiaré sin más. Gracias.

    (No es por liarla, pero... de verdad que me interesaría leer, en esta misma línea de "simpatías", tu experiencia con San Josemaría Escrivá. Seguro que tiene su miga, y es refrescante, como una buena fanta de naranja. Un beso.)

    ResponderEliminar
  6. A mí, me gusta San Agustín de Hipona, con su famosa frase: "Dios, hazme casto pero todavía no". Vivió sus años de libertino y luego abrazó la fe.
    Qué personaje...

    ResponderEliminar
  7. Anónimo9:21 a. m.

    Hola Rocío, soy la anonima que se iba a Madrid a comprar cositas de Nars. No he podido ir aun, espero ir pronto pero de momento he descubierto que hay Korres en Valencia asi que he tomado nota y quemaré la tarjeta alli. Tambien me compraré la luz apacible, me gusta mucho Santo Tomás, y la literatura juvenil asi como la edad media. Como ves tus consejos valen para todo. Sigue asi, tienes un blog genial!
    Por cierto me llamo Ana y a ver si consigo publicar con mi nombre y no con anonimo. No me gustan los anonimatos, es que tengo un coflicto no resuelto con la informatica

    ResponderEliminar
  8. Gracias, Alejandro. Sponjita, no tengo messanger, ni tuenti ni nada, pero hablamos por el foro :D
    D. Enrique, gracias a usted.
    Camarona, ya quisiera yo ser así de libertina jajajaj... si luego llego a ser así de santa.
    Enrique, tada la razón.

    Beades, mal bicho, dichosos los ojos que te leen aunque no te vean nunca. Tú la lías sin querer, es parte de tu encanto.

    Ana, bienvenida y gracias. Supongo que sabes que en Valencia hay Mac, ¿no? Porque si quieres quemar tarjeta corty, eso es lo primero y sin salir de tu ciudad. Tú que te lo puedes permitir compra el Cream Color Base en tono Luna, un iluminador en crema tan bonito que parece sobrenatural.
    Y el labial Costa Chic, coral rosado, y el Dubbonnet, rojo oscuro vamp (en Nars encontrarás el Manhunt rojo amapola alegre y ya tienes los dos rojos que hay que tener, completamente complementarios...)
    Y la sombra Club, color ala de mosca, y la Woodwinked, color oro viejo.
    Y el gloss Lychée luxe, coral imprescindible, y el Spring bean, ¡verde manzana! Pero queda luego en el labio un brillo transparente con chispitas doradas y verdes que "blanquean la sonrisa" jajajaj, es un brillo rompedor.
    Y el gloss Clear en tubito que sirve también para el párpado, y así consigues el efecto Glossy eyes que arrasará en verano.

    ResponderEliminar
  9. ¡¡Gracias por tu comentario!!
    Me ha encantado tu blog y lo que no ha dicho Mamen es que aparte de maquilladora soy humanista asi que en tu blog me he snetido realmente en el salón de casa.
    En cuantoa tu preunta sobre la prebase... te la contesto en mi blog!
    Empiezo a seguir tu blog!!
    Un abrazo y mil gracias!
    Ah!! A mi también me cae bien Santo Tomás de Aquino!! Pero pienso que tienes razón en que donde esté el sagrado que se quiten las estampitas.
    Felicidades y gracias!

    ResponderEliminar
  10. pero bueno! Qué maravilla! acabo de descubrirte gracias al blog de kitty (encima de mi comentario y, sea dicho de paso, hermanísima mía). Enhorabuena por tu blog, sobre todo por tener iniciativas como esta, por tu estilo positivo y por mostrar que lo estético no está reñido con lo intelectual. Tanto tú como Kitty lo demostráis.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  11. Anónimo6:47 p. m.

    Pues yo estoy de acuerdo y no, qué queréis que os diga. Obviamente, donde se ponga Dios que se quite lo demás pero los santos son valiosísimos tanto por su vida y su testimonio ejemplar como por su constante y sutil mediación. Palabrita de conversa: yo no habría encontrado a Cristo sin mi san Hilario de Poitiers (ailof) y no habría dado el paso de confesarlo públicamente de no sentirme animada por el ejemplo de san Pablo.
    Ahí queda eso :D
    Ay, he saqueado el Mercadona y he encontrado auténticos tesoros. Perdóname Nars!

    ResponderEliminar
  12. Anónima (¿me atreveré a llamarte Cantaulope?), creo que no me he explicado bien.
    Me refiero a las hornacinas y a las estatuas, a desgranar rosarios delante de Santa Rita de Casia dando la espalda al Sagrario. Respeto a la gente que pone velas, que no se me enfade nadie, pero no me han educado así y pienso que eso ha hecho mucho daño al Catolicismo, porque parece que lo único que nos distingue son las imágenes lamidas y el santo celo por no violentar el sexto mandamiento.
    Pero me encanta leer biografías y novelas de santos, la Confesiones de San Agustín están en mi mesita de noche. San Pablo es tremendo. Me encantan, pero no los adoro.
    Es que la revolución Deliplús de esta primavera debe ser tremenda. Sombras en stick waterprooof a dos euros, cambios de formato... Voy este viernes y haré crónica.

    ResponderEliminar
  13. Gracias por los consejos!sigo tu blog desde hace mcuhos meses y me he ido comprando sombritas de mac que recomendabas. Ahora hare otra incursion para comprar todo lo que me has recomendado.
    Espero ansiosa tus pesquisas en mercadona, en Valencia en cada calle hay 3 asi que tambien me fiare de tu criterio y arrasare a un modico precio.
    Cambiando de tema yo tampoco soy muy de rezar a los santos. En cambio siempre me acuerdo de la Virgen y cuando las cosas van mal nadie como Ella para ayudarme a salir de esa. De todos modos creo que la devocion a los santos es de personas mas mayores,les educaron asi.Nosotros somos hijos del Concilio Vaticano II y nuestra espiritualidad es mas estoica y menos rimbombante, mas intelectual. No se explicarlo bien, pero creo que la casa de Dios tiene muchas puertas y todos cabemos. En estos tiempos que corren creo que lo importante es rezar sea a los santos o a Cristo en el Sagrario o en la playa o donde quieras. Los santos son geniales para dar ejemplo aunque yo no les suelo pedir mucho, solo a la madre de la Virgen, llevo su nombre y tambien me ha sacado de mas de una.

    ResponderEliminar
  14. Anónimo12:03 p. m.

    Yo sólo digo una cosa: los pintalabios nº 30 (rojo piruleta) y nº 31 (naranja precioso) tienen que ser tuyos. las sombras minerales en stick, hmm, son un poco feas. La verde y el lápiz doble gris se salvan un poco.

    ResponderEliminar

habla ahora o calla para siempre