jueves, agosto 01, 2024

Lluvia en la piscina

Antes de la lluvia...


Llueve sobre mojado, me digo mientras las gotas rebotan en el agua de la piscina azul. Azul turquesa nublado. Y luego, soleado, pero sigue lloviendo... Una sensación que te envuelve, te atrapa, te aparta del calor en todos los sentidos y desde todas las direcciones. Agua dulce y tímida pero alegre y pertinaz. El cielo coopera con este primer día de vacaciones, y lo hace perfecto. 

jueves, julio 11, 2024

Un libro para ser feliz: Ejecutoria, de Enrique García Máiquez

Este libro se merece una reseña en un sitio serio, no sé, Clarín o Fábula..., pero mientras me demoro, me deleito y procrastino para no terminar, ¡tan pronto!, su lectura, ahí van unas primeras impresiones totalmente subjetivas, es decir, nada académicas.




¿De qué trata el libro? ¡De qué no trata! El mundo en una esfera azul, de Bernardo de Claraval a Star Wars y vuelta, para glosar una llamada universal a la aristocracia..., ¡del alma!
Recuerdo a mi padre diciendo que, ante el problema de que los jamones de cerdo ibérico sean un artículo de lujo, hay quien propone que nadie coma jamón por evitar el agravio comparativo, y en cambio él desearía que todos, exactamente todos los hombres y mujeres lo pudieran disfrutar, y que en eso radica la verdadera democracia... Ahora veo, gracias al delicioso ensayo de García Máiquez, que más o menos algo así dijo Chesterton, vamos, ¡que mi padre es chestertoniano!




Leer a García Máiquez es todo un grito de afirmación. Libro suyo que cae en mis manos, libro que me hace feliz. De Mal que bien dije que recibirlo había sido como adelantar la Navidad, y ahora me estoy dejando inundar por Ejecutoria en pleno verano, en este locus amoenus veo desfilar a Séneca, a Dante y a Alonso Quijano el bueno. Y si a una cita de Mesanza le sigue una cita de Cirlot, "ahí es".
Vuelvo a tener la aguda sensación de que Enrique habla siempre de todo lo que amo, que sus referentes me reafirman, sus pensamientos ponen voz a lo que en mí son sólo pobres barruntos.
Y cierro el libro afirmando, con una sonrisa. Con la certeza de que vale la pena todo, el esfuerzo, el "vence quien se vence", el amor secreto y platónico sin aparente fruto pero capaz de fecundar toda una vida.

lunes, julio 08, 2024

Mis cuatro gatos: proyectos para este blog y despedida del blog de maquillaje

Después de casi dieciséis años he decidido cerrar mi blog de maquillaje.
No lo eliminaré, por supuesto, pero voy a dejarlo en stand by y, por lo menos hasta septiembre, no voy a publicar nada nuevo en ese espacio. Cuando comience el próximo curso pensaré seriamente que hago con el viejo Makimarujeos de una Hobbit pija... 

Mientras tanto, el blog de Adaldrida va resucitando poco a poco, y resiste ahora y siempre al invasor... Y es que mantener un blog hoy en día es un gesto absurda y absolutamente romántico, porque lo leen cuatro gatos contados, y si voy a ser romántica, prefiero serlo con este blog literario donde desbarro sobre poesía una vez al mes.
Que, ahora que me he quedado bastante libre de actividad bloguera, podría pasarme a una actualización quincenal, sobre todo si la inspiración me acompaña, porque no quiero hacer entradas de relleno. Pero cuando no haya aliento poético siempre podré hablar de los libros que estoy leyendo, un mix entre prosa poética y crítica literaria nos vendría bien...

¡Que vivan mis cuatro gatos lectores! ¡Va por vosotros!

martes, junio 04, 2024

Los rayos de junio


Por los rayos dorados de junio camino ahora mismo. Bajo sus rayos azules, dejándome inundar. Mañanas plenas, tardes lentas. 
Todo sonríe abierto, luminoso, el sol calienta sin herir. La tierra exhala una virilidad recia y encantadora... Y todas las cosas guardan tu nombre y me lo dicen al pasar. Todo me habla de amor y del Amor. Para Él trabajan de incógnito todos los amores, dijo Ibáñez Langlois.

domingo, mayo 26, 2024

Un Dios que nunca deja de bailar

Domingo de misa y vermú, casi junio aunque todavía mayo. Verde, radiante y vivido...

Me siento plena, vivida, como Salinas dijo en un par de versos interminables... Sí, qué alegría vivir sintiéndose vivida. Me viven mis amigas, mi familia, los poetas que admiro, me vive Dios por dentro. 
Un Dios que baila, como una vez dijo un cura jesuita en Sevilla, rodeado de naranjos. Imagino a Dios Padre bailando en torno a Dios Hijo, y a Dios Hijo bailando en torno a Dios Padre... y que el Espíritu Santo es ese mismo baile que se (auto) dedican ambos, en un eterno y amoroso viceversa.

sábado, abril 20, 2024

Ventanas nuevas

Que para abrir nuevas puertas habrá que cerrar ventanas no es una enseñanza fácil...

Todo el mar en mi ventana, solía decir mi madre. Tenía yo nueve años y nos gustaba venir cada domingo a la playa, como meros domingueros: nunca fue con la tortilla ni la radio con arena, pero recuerdo el cansancio. El cansancio tan azul, cansancio lleno de sal, tan "radiantes de cansancio"...
Vendimos una buhardilla y compramos todo el mar. "Todo el mar en mi ventana". Nunca me gustó la playa, no quiero hacer poesía ni mentir en mis recuerdos.

Pero te aprendí a querer, terraza azul y radiante. Eras toda una mañana de sol, eras siestá por la tarde. Eras el rumor del mar, eras mi madre feliz. Mi madre que siempre danza, contigo se queda quieta. Mi madre leyendo quieta me llenaba de esperanza...

 
Pero hubo nuevas ventanas, y la vida siempre avanza. Y "nos hacemos mayores", y "viene el cambio climático""... Se van imponiendo cambios como losas, como soles. Los cambios nunca son casa,  pero he aprendido a amarlos también..., como amo los lunes.  Mañana se cierran puertas, y puede que para siempre.

Y sin embargo la vida siempre nos empuja alto, a la alegría más honda, a nuevas  puertas radiantes. ¡Abrid las puertas del cambio a las nuevas aventuras, que mi madre está esperando recuerdos llenos de viento, de claridad infinita, de cielo, de sal y viajes, y de gente por querer!

*por primera vez en mucho tiempo me ha salido un proema, un poema en prosa: se lo dedico, como no puede ser menos, a mi madre y a mi padre.

domingo, abril 14, 2024

El turquesa me abraza

He vuelto a nadar, y lo cuento aquí
Se me había olvidado cuánto me gusta el agua...


Me siento engullida por el azul turquesa, fresco y radiante gracias a la luz de este domingo soleado que entra a raudales a traves de la claraboya.
Me dejo abrazar por el agua y me parece estar sumergida en la esencia divina. Rezar y agradecer me sale solo, igual que disfrutar. Entre tanda y tanda de ejercicios, dejo momentos a la inspiración y a la meditación.

viernes, marzo 22, 2024

Aitana, Sebastián y la cultura de la cancelación

Parece, se comenta que Aitana y Sebastián Yatra se han reconciliado, viajan juntos, han pasado la noche juntos.



Noticia frívola y absolutamente baladí para cualquiera que no sean ellos dos..., pero que me interesa como exponente de esta nuestra sociedad, fiscalizadora y canceladora. Porque hemos entrado en tromba, se ha producido todo un movimiento de masas que señalan a Aitana y, cual si tuviera 15 años,  la amonestan diciendo: "¡con ése no, bicho!

Bicho, por supuestísimo, él, no ella...
Todo nace de unas declaraciones en las que un demasiado sincero Sebastián dice lo que muchos jóvenes de hoy en día piensan, que le cuesta ser fiel y que se plantea en el futuro una relación abierta.

Vaya por delante que la fidelidad y la lealtad son mis valores más queridos, y que mi relación ideal es la de mis padres, totalmente monógama y que lleva durando 47 años de santo matrimonio, en el que aún se quieren y se hacen reír.

Pero más aún creo en la libertad, y como además soy todo lo que no se debe ser en esta nuestra sociedad, es decir, ingenua y romántica, pienso, como primera posibilidad, que Sebastián Yatra ha llorado lo perdido... y ha recapacitado. Que no sabes lo que de verdad quieres hasta que ya no lo tienes.

O, como segunda opción, que ella también desea un idilio moderno. No voy a caer en aquello de que si fuera Aitana quien hubiera planteado una relación abierta no caería sobre ella todo el peso del oprobio woke, o sí lo digo, oh yes.

A lo que voy es que sea lo que sea, si están juntos o no será siempre algo fruto del consenso, santo grial y vaca sagrada del siglo XXI... ¿O no? En esta sociedad nuestra, todo es consenso, hasta que tocamos algún pilar fundamental, algún dogma laico aún más irrenunciable, y entonces el consenso deja de ser algo tan, pero tan, tan importante.

sábado, marzo 02, 2024

Rafa Alvira, in memoriam

Recuerdo a Rafa Alvira en Maestu, en el verde ingrávido de agosto, disfrutando de un día de verano junto a mi padre, feliz y hablando como él hablaba, entre susurros y sonrisas. 

También recuerdo a Rafa Alvira en Pampaluna, un día de lluvia feroz. Llovía a raudales y salíamos de la biblioteca los dos a la vez, él tenía reservado un taxi y, con ademán de caballero un poco tímido, me dijo, ¿compartimos? Y yo lo acepté con la inconsciencia de los veinte años, sin darme cuenta del gesto tan grandioso que acababa de presenciar.

También llovía en La Rioja, quince años más tarde. Era veintiocho de enero, día de Santo Tomás de Aquino, cuando vino a impartir una conferencia sobre la esencia de la verdadera universidad, y yo me bebía sus palabras desde la primera fila..., y se nos rompió un perchero en la oficina de UNIR.

Y recuerdo a Leonardo Polo invitado a comer en mi casa de Sevilla, cuando yo era muy pequeña, y a Javier Hernández Pacheco, también en casa de mis padres, hablando de filosofía, del Rocío, del mejor vino de Jerez.
Y me siento agradecida a la vida, a la Vida con mayúsculas, porque he asistido casi sin darme cuenta a toda una generación de caballeros a los que admirar, a los que contemplar con limpieza, grandes hombres pero, sobre todo, hombres buenos que me acompañarán siempre.

miércoles, febrero 21, 2024

En Pampaluna

Pampaluna siempre me inspira...

El campus. La Tierra Media. Abetos, caminos verdes, estudiantes felices. Parecen felices: hobbits leyendo alegremente en el césped lejos de Mordor, esto es, lejos de mayo y los exámenes... 
Mediodía: los blancos caminos serpentean entre el verde, repletos de chicos y chicas que suben hacia Iturrama. Les sigo, sudo bajo el sorprendente sol y mi abrigo de invierno. 
Y atravesando plazas porticadas llego a la que fue mi calle, y encuentro la misma papelería con joyitas de plata en el escaparate y la prensa para alegrar los desayunos de sábado y domingo.
La tienda de mesas y sillas donde compré mi mesa y mi silla en mi piso de estudiantes sigue también allí, y respiro aliviada. 
Y continúo mi camino, sofocada y feliz, hacia el bonito con tomate primigenio que cocina mi tía Maite.

jueves, enero 25, 2024

Conversaciones en Misa

A mi, en Sevilla, me gustan las iglesias del centro.


Los Estudiantes, con su impresionante Cristo de la Buena Muerte. Santa María la Blanca y la capillita de la calle Sierpes, ambas tan barrocas. La capilla de la puerta de Jerez, con su Virgen renacentista sobre pan de oro. Y, por supuesto, la catedral.
No puedo evitarlo: a Dios se llega por la belleza y yo soy una pija espiritual, como se ve en este poema.de El último minuto:


HAGAMOS TRES TIENDAS

                           (Santa Maria in Trastevere)

Rebañito de ovejas bizantinas
que minuto a minuto yo miré
balar en esa bóveda dorada
en un silencio que también refulge:
a vuestro lado yo me quedaría 
si hubiese buen pastor, como lo hay,
al calor del poder mudo y gigante
de aquella lamparita diminuta,
y no volver jamás al gris cemento.


Pero últimamente me gustan las misas de jóvenes de los domingos: si hay ambiente, el cura habla bien y el coro es bueno o, al menos, entusiasta, no me importa que el cemento me rodee.
Tres condiciones que reúne la Misa dominical en Porta Coeli, Jesuitas. Además, hay naranjos a la entrada, y los domingos a las ocho está llena hasta los topes.
Tres chicos de veinte años estaban sentados detrás de nuestro banco, y no pararon de hablar durante la ceremonia, algo que es muy católico, también.
Un poco antes de la Consagración, único momento que respetaron con un relativo silencio, pude oír este descacharrante diálogo:

-Illo, illo, yo no voy a comulgar, que no me he confesao.
-¿Cuándo fue la última vez?
-¡Ufff! - y añadía, señalando con el dedo:
-Ustedes tampoco andáis muy finos.(Sic).
-Yo no peco, zanjó un tercero.
Y el primero en hablar, que sí que andaba fino en cuestiones teológicas o morales, le rebatió:
- Illo, que la lujuria es un pecado capital...

Casi me ahogo.

martes, enero 23, 2024

Perdida entre naranjos

De Nervión al hotel Colón, en pleno centro de Sevilla, caminando. La gloriosa y guerrera calle Bailén me aguardaba, y no he querido pedir un taxi porque iba a una peluquería "de señoras", buena y carísima, y no deseé sumar otro gasto.

Modestamente, creo que ha merecido la pena. Tenía un arbusto por cabellera y ahora tengo estas ondas doradas, estas capas que enmarcan el óvalo a la altura de la clavícula, clavicut creo que se llamaba esto, y un pelo saneado.
El asunto es que he ido andando, he andado una hora entera. Que también podría tomar un 27, pero estaba ante el Primer Naranjo de la Tierra, hacía un sol apetecible y en mi cabeza sonaba la máxima de mi nutricionista, "haz deporte". Que sí, que ya sabemos que andar no es cardio ni parapente, que hace falta más..., pero menos da una piedra.

Yo iba despreocupada, sabiendo mi camino, hasta más o menos Menéndez Pelayo, pero en vez de entrar por los jardines de Murillo para enfilar San Fernando y luego la Constitución hasta la plaza Nueva, y al final Sierpes hasta San Eloy..., algo me hizo tomar un atajo y acabé no se sabe por qué en la plaza de la Alfafa, y antes, en la casa de Pilatos.

Buen medio día de turismo y deporte después de haber corregido cien exámenes y haber publicado las notas de mis alumnos, sí, señor. Sevilla estaba preciosa, y he aprendido que hay una calle que se llama Lirio, muy bucólica, muy yo. Que, en un pasado muy remoto, Enrique García Máiquez me llamaba Llir entre cards, Lirio entre cardos.

Todo fueron sonrisas hasta que faltaba un cuarto de hora para llegar a la peluquería y yo tenía bastante perdido el rumbo... Entonces, decidí hacer caso a mi conciencia, digo no, decidí hacer caso a mi amiga María Eugenia que siempre me anima a practicar con Google Maps, porque en realidad no sé leer mapas ni virtuales ni en papel.
Bueno, pues Google Maps quería que me metiera por este callejón... ¡Google Maps es un peligro!

Al final llegué como siempre, callejeando y PREGUNTANDO. Y sofocada. Y con la trenza desecha..., pero eso, dos horas y media después, daba ya igual.

sábado, enero 20, 2024

Canto para Lord Scutum

No gastaremos nunca las palabras, te escribí hace más de veinte años.
Y tú me dijiste en una carta que nuestra amistad te devolvía la más pura inocencia de cuando éramos niños, llevándote de la mano a esas tardes doradas en el parque de columpios y trenzas al sol. 

Y siempre tenías melancolía de futuro, te gustaba imaginarnos a largo plazo, dentro de diez años, de veinte, siempre juntos a través de la distancia.
Han pasado los años, más de cuatro lustros, y ya no somos niños. No lo éramos entonces, y ahora la vida nos llena de hipotecas y noches de hospital. Y hubo chaparrones, hijos, amores fallidos, amores luminosos, duelos, broncas y resacas. 

El oro manchado de barro, que lo limpias y renace, aún más refulgente. Eres tan de verdad que me das miedo, eres estar en casa y a la vez el abismo y el acantilado. Y no acabo de conocerte nunca, porque siempre me sorprendes, pero contigo me sé a salvo, abrigada, iluminada por esa luz de vela que me regalas siempre.

miércoles, enero 10, 2024

La cuesta de enero es... cuesta abajo

Eso dice mi padre, que la cuesta de enero es cuesta abajo. 
Y no hay más que deslizarse, fluir, volver amorosamente a la bendita normalidad, ¡deliciosa normalidad!
Lo cotidiano deslumbra, digo yo. El tiempo ordinario es lo nuestro, dicen los que saben.
Y entonces, ¿por qué este vacío que hay que llenar con viajes, planes,sorpresas?  Porque el corazón quiere lo que quiere, dice El mentalista. Y se lo daremos: tiempo ordinario sí, pero con viajes, planes, ¡sorpresas!

jueves, enero 04, 2024

La auténtica diversidad

He pasado el día en Vitoria, porque si no disfruto de un día en Vitoria, no paseo por el Belén de la Florida y no voy al puesto de artesanía de mi amiga Ilargi, no es Navidad 🎄.


Aquí, cumpliendo con todos los ritos.
Ilargi ha desplegado todo un mundo de broches, imanes, colgantes con los que he ejercido convenientemente de paje de los Reyes Magos...

Y al final, mi amiga artesana ha enseñado al alegre público, entre el que me encontraba yo, su última novedad: un anillo anti estrés, que consiste en una fina alianza plateada surcada por una serie de bolitas, o cuentas. Vas pasando las cuentas y te tranquiizas..., o no.

"Si tiene diez te lo compro", le he dicho, aunque no ha habido suerte. Todos los anillos tenían justamente ocho o nueve cuentas. "Ah, pero te hago uno", ha ofrecido ella, solicita. "Lo usaría para rezar el Rosario", he terminado comentando, como si tal cosa.
Y de repente todo han sido risas alrededor, pero risas bonitas, agradables, de "mira ésta que es más fresca que una lechuga". Y me he acordado de aquella vez en la que un hippie bien puesto de marihuana me estaba haciendo una trencita de hilos en el pelo, y yo mientras tanto rezaba el rosario por lo bajinis porque se me hacía tarde para ir a misa.

Entre carcajadas, Ilargi ha sentenciado: "¡ésa es la auténtica diversidad!"

domingo, diciembre 24, 2023

¡Feliz Navidad 🎄!

NIÑO DE LOS OJOS DESPIERTOS

No cierres los ojos,
Niño, que me asusta
no ver esa luz de cielo y de tierra,
de sol y de luna...
Tú lo eres todo
y has venido a mí:
si me miras siempre, camino segura,
camino feliz.

Rocío Arana, diciembre 2023

martes, diciembre 19, 2023

Navidad en Maestu

Hacía frío, mucho frío. Nevaba. En la misa del Gallo, en la iglesia de Maestu, había venido el Olentzero. 

Pero en casa teníamos el Plato de Navidad, una tradición en la que no sabíamos si nos traían los regalos nuestros padres, los abuelos o el Niño Jesús.
O todos a la vez. La granja de los pinipón la habíamos elegido nosotras en la juguetería del Corte Inglés de Vitoria, ante la mirada de regocijo de mi abuela Cecilia, pero desparramados sobre nuestra silla y plato había cuatro o cinco juguetes más, y todos envueltos en papel brillante como caramelos de limón.  Era cosa del Niño, seguro.

Luego, a dormir bajo mantas y cuchicheos, y el veinticinco de diciembre hacíamos muñecos o batalla de bolas de nieve. Y luego, a casa, a calentarnos ante la chimenea encendida.

viernes, diciembre 01, 2023

Uno de diciembre

Uno de diciembre: todo comienza. Se encienden las luces...

Diciembre es un mes de víspera gozosa. La víspera de todo. Empieza la cuenta atrás, hacía la hora cero. El bing Bang divino. El castillo de fuegos naturales*. El minuto más tierno y el más poderoso de la historia, de cada año.
Los ángeles están esperando para empezar a tocar las trompetas sobre nosotros.

"está preciosa imagen es de Enrique García-Máiquez. Dad al poeta lo que es del poeta...

domingo, noviembre 26, 2023

Lo que más me gusta del sol es la sombra

Lo que más me gusta del sol es la sombra, dije yo cuando era niña.

Imaginad un ser absolutamente achicharrado bajo el calor de Sevilla: yo. Me ponía roja, convulsionaba, nacían burbujas hirvientes en mi piel. Era un sol sin piedad, fiel enamorado, esposo incómodo.

Pues vedme ahora, adulta, cautivada por el sol del Norte. El del invierno en el Sur.  Ese sol tímido, que abriga, que  guarda del frío sin imponerse. 
Aquí estoy  igual que tú, que cuando ves un rayito de luz te colocas debajo, sonriendo. Porque es un sol plácido, tranquilo, alegre. Igual que tú.

viernes, noviembre 17, 2023

POQUITAMENTE

Cunde la opinión de que un filólogo tiene que estar hablando siempre bien, casi en endecasílabos y de forma correctísima, vamos, que si estudiaste filología debes dar la impresión de haberte tragado el diccionario de la Real Academia Española en su versión más actualizada. Ni un desliz se te permite..., ¡y yo amo la creatividad!

Pues me rebelo, y me revelo como inventora de palabras. Y además, cuando menos te lo esperas.

En los últimos tribunales de TFM, ya nos habíamos quedado solas entre alumno y alumno mi compañera y yo, hay bastante "buen rollo" entre ambas, y quería decirle que podíamos esperar un poco a la siguiente sesión, tomarnos un pequeño descanso, que había tiempo. Ella me preguntó ¿cómo vamos?, y yo respondí casi sin pensármelo: poquitamente.

Poquitamente: me entendió a la perfección. Poquitamente es un estado mental y físico. Lo patento. Poquitamente se vive mejor...

Poquitamente, tra tra.