Recuerdo un debate que hubo en la Universidad de Sevilla hace muchos, muchos años, en mis tiempos de estudiante, sobre los amores imposibles.
Fue en clase de latín. Teníamos un magnífico profesor, inolvidable, que tras cada traducción traía un libro para leer, un tema para discutir, un poema de Catulo para recitar... Un palpitante trozo de vida con el que la lengua muerta que enseñaba se llenase de luz y de color.
Recuerdo que nos costó mucho hablar, soltarnos, decir algo aunque fuera por el simple placer de abrir la boca y sentir el sonrojo en las mejillas.
Ayer, recordando, pensaba que se puede ser feliz incluso acometida por los hervores de un amor imposible. Lo que mata toda posibilidad de dicha es la esperanza. Pero cuando cierras los ojos y sabes que no hay esperanza, es más, que ni siquiera deseas que exista, tu amor se convierte en pura contemplación de la Belleza.
Y la contemplación te hace vencerte a ti mismo. Y la comtemplación te convierte en un ser feliz, envuelto en una felicidad que nace de la fatiga diaria.
Nunca me lo había planteado así
ResponderEliminarRocío, quizá habrás escrito esto desde la felicidad como tú dices; pero a mí esta óptica me produce profunda tristeza y casi amargura. Y por cómo escribes me da la sensación de que ese es un poco el tono de tu óptica. Quizá no lo sea, pero es la impresión con la que yo personalmente me quedo al leerte.
ResponderEliminarLectora, no comprendo bien tu comentario.
ResponderEliminarDe todas formas para tranquilizarte diré que no estoy amargada, ni triste, y si piensas que es mi tono, algo falla. o yo al escribir o tú al leer.
No escribo siempre desde la felicidad, a veces lo hago desde la reflexión... esto es una reflexión. Hay veces en que la vida no es un parque de atracciones, pero se puede tomar de un modo o de otro.
Te sueles tomar mal los comentarios que no son insípidos. Esa es otra cosa que observo. En tu respuesta hay postura defensiva, como siempre.
ResponderEliminarMatizo: a mí me llega, cuando te leo, sensación de que vives extenuada. Como te volverás a tomar mal este comentario -pero tienes un blog! y te gustará, supongo, que la gente lea y comente- si quieres suprime todo y ya está.
A ver, por partes:
ResponderEliminarQue respondo significa que me tomo mal los comentarios. No entiendo, aunque no entender significará en tu opinión tomármelo a mal.
No, no pienso suprimr tus comments, no tienen nada de ofensivos, solo son poco entendibles. Y yo solo suprimo los insultos, porque es mi blog como tú dices.
Tú puedes comentar, yo puedo responder... ése es el juego.
Para Rocío, que es un encanto, este poema de Rumi que acabo de leer y me ha hecho recordar la impresión con la que yo personalmente me quedé al leerte[http://www.clubdebrian.com/index.php?option=com_content&task=view&id=165&Itemid=170]:
ResponderEliminarEL INTERÉS SIN EL CAPITAL
La comida del amante es el amor del pan
Que no necesita estar a la mano.
Nadie que sea sincero en su amor es esclavo de la existencia,
Los amantes nada tienen que ver con la existencia;
Los amantes obtienen el interés sin el capital:
Sin alas, vuelan por el mundo
Sin manos, sacan la bola de polo fuera de la cancha.
Aquél derviche que capturó el aroma de la Realidad
Solía tejer canastas a pesar de que le habían cercenado las manos.
Así, los amantes levantaron sus carpas en la inexistencia:
Son de una cualidad y esencia, como la inexistencia.
Mathnawi III, 3020-3024
Cb:
ResponderEliminarGracias a tu comentario he entrado por vez primera en tu blog y me ha maravillado. Gracias. Pero no por llamarme encanto, tú que (tampoco) me conoces, sino por el poema y por tu blog.